Dentro de las condiciones legales mínimas que contempla la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico – en adelante OCDE - para los países miembros, está el que puedan acceder a la información bancaria de los contribuyentes y así lograr -entre otras cosas- un estándar común de “Transparencia e Intercambio de información financiera”.
El secreto bancario en Chile, es sin duda un tema controversial, y cada vez que se intenta modificar en pro de facultar a la administración tributaria con mayores herramientas para cumplir su objetivo de recaudación, encuentra una fuerte resistencia. La adhesión a la OCDE el año 2010, trajo consigo una serie de modificaciones a la limitada norma que regía esta materia, ampliando el espectro de posibilidades y estableciendo el procedimiento mediante el cual se podía levantar el secreto bancario. Pero pareciera que estos cambios no fueron suficientes, puesto que modificar esta norma sigue siendo un objetivo de campaña bastante polémico. Entonces surge la interrogante de si la norma local se adapta a los estándares internacionales planteados por la OCDE.