Artículo

La necesidad de conciliar las exigencias del progreso urbano con la salvaguardia de los valores ambientales y de los complejos de interés arquitectónico, es ya hoy día [1977] una norma inviolable en la formulación de planes reguladores a nivel local como nacional.

Posiblemente, los primeros esfuerzos para considerar Sewell como Patrimonio Monumental en el Plan de Reducción del Campamento, encuentre una amplia zona de resistencia dentro de la órbita de los intereses privados. Contribuirá mejor, a la toma de conciencia que procura mi trabajo, el hecho de la contemplación de un proyecto propio, apreciando los resultados de ciertas obras de restauración y reciclaje de edificios, plazas o lugares.

Una vez conseguido este paso se debe hacer hincapié en la necesidad de legislación y ordenanzas municipales adecuadas referidas a la gran mayoría de las zonas o edificios de este carácter, ya que en alguna medida toda construcción o área de principal interés siempre está comprometida con su entorno por razón de vecindad.

Por su envergadura, lo que representa en superficie edificada la tipología de su arquitectura y emplazamiento, Sewell constituye un todo. Este valor semiótico debe considerarse en un trabajo futuro de conservación destinado a cumplir una función social. Corresponderá a la empresa y organismos pertinentes estatales hacer que prevalezca y determinar en los distintos casos, la medida en que dicha función social sea compatible con el sector industrial de permanencia más definida en el largo plazo.

El objetivo de mi trabajo para la  práctica profesional requerida por la F.A.U. de la Universidad de Chile, fue reciclar el Edificio N°106, ocupado como vivienda [1977], con las condiciones ambientales y funcionales que, sin desvirtuar su naturaleza resalten sus características y permitan su óptimo aprovechamiento. Para ello se confeccionó un programa de uso con el fin de instalar un Museo Especializado, y un anteproyecto de restauración de dicho edificio.

Estos conjuntos no se desnaturalizan ni comprometen al vincularse con los intereses turísticos; lejos de ello, la mayor atracción que conquistan las zonas de patrimonio monumental y la afluencia creciente de admiradores foráneos, contribuirá a confirmar la conciencia de su importancia y significación nacional.

El Edificio de N°106, objeto de este ejercicio, data desde 1917, y fue construido con una estructura Platform Frame, de gran versatilidad debido a su función inicial, lo que permite limpiar y obtener una superficie libre en cada piso de aproximadamente 290 m2, más las funciones anexas propias, resultando un total de 1.000 m2.

El programa consideró en el piso zócalo el Museo Mineralógico y Mecánico; en el primer piso, el Museo Histórico Fotográfico, y en el segundo piso, una Sala de Recepciones (1).

Este estudio tuvo la facilidad de contar con todos los datos referentes al edificio, a pesar de su antigüedad, gracias al completo archivo de la Empresa, donde se encontró todo el legajo de planos de arquitectura, estructura, instalaciones, detalles y modificaciones hechas a lo largo de su funcionamiento.

La estructura Platform es el resultado de la avanzada industrialización de la madera, que revolucionó la sociedad norteamericana en el siglo XIX. Industrialización que trajeron los pioneros norteamericanos al Campamento de Sewell a principios del siglo XX, en 1905.

La imposición de velocidad y economía que se requería, hacen del Platform un producto industrial que dio excelentes resultados -hasta nuestros días- adecuándose a condiciones locales.

El trabajo de la madera fue por siglos una faena de artesanía manual -Japón, China, India- mediante el cual se logró refinados detalles de ensamble que exigían tiempo y conocimientos para su realización. Esa era una técnica complicada, y exigía habilidad manual.

El nuevo concepto que aportó el Platform, significó sustituir todo el ensambleje por delgadas planchas y armazones de menor escuadría en toda la altura del edificio, fijadas solamente en base de clavos, reemplazando el sistema de caja y espiga. La elaboración industrial del clavo abarató su costo, reemplazando al clavo de sección cuadrada, hexagonal o cónica producido en forma artesanal.

El uso de esta técnica de gran versatilidad la vemos a lo largo de nuestro país, llegada por distintos conductos. En el norte, la arquitectura de Iquique es un reflejo de esta tipología con influencia climática, social y material, sumándose en algunos casos conceptos de arquitectura georgiana.

También entra en el mismo concepto la arquitectura de Valparaíso, con un carácter localista más refinado. Gran parte de este patrimonio de perdió en el terremoto de 1906.

En la zona sur, la arquitectura de Chiloé, arraigándose en condicionantes locales, obtiene un formalismo propio, pero, en la mayoría de los casos el elemento de gran éxito para el Platform, “el clavo”, es reemplazado por tarugos de madera, lográndose un resultado de gran nobleza con reminiscencias de formas barrocas, neogóticas, provenientes del eclecticismo del siglo XIX, o del Art Nouveau, en una versión en madera.

La gran versatilidad de esta tipología de estructuración perdió su gran auge teniendo, como toda revolución, un fin, siendo reemplazada por nuevas formas y conceptos plásticos, funcionales y materiales.

Sin embargo, no se puede restar importancia a tal aporte; como muestra tenemos en Chile el conjunto del Campamento de Sewell. El trabajo realizado deja bases para un proyecto de restauración completo, conservándose este asentamiento humano como patrimonio Histórico cultural, con los fines que los profesionales expertos le determinen.

Comentario del Tutor, Arqto. Luis Gómez L , en 2003:

Cabe destacar que en 1977, el pensar en declarar Patrimonio al Campamento de Sewell era una utopía. Esto ocurrió sólo en 1998. Por lo tanto, el alumno Santoni hizo un planteamiento en condiciones muy adversas, denunciando que Sewell era una Company Town pero sin enfrentar las características de esta realidad.

La idea existió tanto externamente en la que hoy es CODELCO CHILE, División El Teniente (publicación de Alberto Collado en un diario), como internamente (documento sobre Sewell publicado en 1978).

La “venta” de la idea demoró 20 años; fue el tiempo que tuvo que transcurrir para que existiera conciencia colectiva al respecto.

(1) La memoria acompañó en el examen, planos: general; plantas, corte y fachadas existentes; plantas, corte y fachadas propuestas; plantas con su equipamiento propuesto; perspectivas, y un modelo trifacético comprendiendo estructura, estado actual y proposición. Además, un conjunto de fotografías, que se adjuntan en “Colección Fotográfica de Sewell, de Pedro Santoni C.”

Anexos

Anexo 1

Santiago, 23 de Septiembre de 1977.

Señor Director Revista del Domingo, El Mercurio, Presente

Señor Director:

No es necesario recorrer grandes distancias ni remontarse a siglos anteriores, para descubrir un lugar muy distinto a cualquiera que se pueda encontrar en el mundo, una ciudad unitaria como pocas, con un carácter preciso y vigoroso, en la que se respira la historia concentrada de unos pocos e intensos años de vida, y en la que se ha creado, determinado por una geografía desafiante y por las exigencias de la ingeniería minera que dominan su estructura, un paisaje urbano riquísimo y hermoso. Me refiero a SEWELL, hoy casi desierta por haber ya cumplido su función, y, al parecer por motivos más de orden que económicos, empezando a ser demolida. Este patrimonio, al contrario de otros, no cuesta nada mantenerlo. Basta con abandonarlo.

Arqto. Alberto Collados Baines

Santiago de Chile, 8 de Marzo de 1978.

Anexo 2

Sr. Enrique campos Menéndez Vicepresidente Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales Biblioteca Nacional. Presente

De mi consideración:

El motivo de la presente es el de solicitar a usted y por su intermedio al Consejo la consideración del destino de la ciudad de SEWEL, la posibilidad de proteger su conservación declarándola Monumento Histórico, y de evitar, paralelamente, que se siga demoliendo hasta afinar el estudio de esta declaración, solicitando a CODELCO que paralice estos trabajos; dado el daño que en este caso implica al transcurso del tiempo, y a la amable sugerencia de don Juan Eyzaguirre, aunque sin el interés de atrasar otros importantes temas, solicito esta nota sea tratada en la sesión del 8 de marzo de 1978.

Indico en forma puntualizada y sucinta algunos aspectos que, al entender del suscrito, justifican la defensa de este importante patrimonio.

HISTORICOS. Empezó la explotación de minerales cupríferos a principios de este siglo en el lugar, formándose, en una estrecha y escarpada ladera, única defendible sino libre de avalanchas de nieve, lo que es la ciudad de SEWELL, hoy prácticamente abandonada, y que llegó a alejar a unos 15.000 habitantes. Su desarrollo no correspondió a las normas tradicionales, por la rapidez de su ejecución, la permanente incertidumbre de su futuro, el diferente sistema de control institucional, y por los determinantes imperiosos de la ingeniería minera y de su clima y un paisaje desafiantes. Su presencia física, semidesierta, refleja admirablemente un modo de vida abigarrado y muy sui generis en su plenitud, a su vez cercano y muy lejano, se respira allí una atmósfera que trasluce sin vacilaciones lo que debió allí haber sucedido en pocos e intensos años, se expresa la historia cercana en el tiempo de esas gentes, lejana en su forma de vivir.

PAISAJE URBANO. El paisaje urbano de SEWELL ofrece una riqueza admirable, y una originalidad (dada su función tan específica que no es fácil ver repetida en otros rincones del mundo) que merecen su defensa y posterior conservación. Esta SEWELL dominada por la ingeniería minera, desarrollándose entre las más variadas formas y mecanismos, transportes por ascensores verticales o funiculares inclinados, ferrocarriles tortuosos, ductos de agua de madera, instalaciones propias de la elaboración del cobre, entre las que se entremezclan los edificios civiles, vivienda, comercio, escuelas, hospitales, oficinas, escuelas, lugares de esparcimiento. La orografía permite visuales de conjunto, y la presencia de la ciudad entera desde cualquier rincón. Magnifica este paisaje su implantación en medio de un impresionante ámbito andino, que naturalmente tiene un máximo atractivo en la temporada de nieve. El desarrollo urbano tuvo una extraña y especial espontaneidad, siguiendo un pragmatismo racional pocas veces visto.

COSTOS. El contrario de muchos patrimonios nacionales, este no cuesta nada: basta con abandonarlo. Tampoco median en este caso intereses de propietarios particulares.

SITUACION ACTUAL. No viven actualmente más de 1.000 personas, y existe la idea de que abandonen el lugar en breve. Operan, y seguirán operando por algún tiempo, ciertas faenas mineras o industriales, a bajo ritmo, ya que la reciente expansión de la mina se radica en zonas mas bajas. CODELCO está demoliendo algunos edificios por razones más de orden que económicas, pues, por una parte, el transporte de los malogrados materiales provenientes de la demolición no resulta rentable, y, por otra parte, la compañía necesita dar ocupación a personal incapacitado para realizar faenas subterráneas, los que conforman las cuadrilla de demolición y ordenamiento.

POSIBILIDADES FUTURAS. La expansión del mineral a zonas más bajas contempló una carretera que lo une a Rancagua, pemitiendo un transporte rápido y a su vez el traslado de casi todo el personal en la antedicha ciudad, aprovechando su equipamiento, su medio social, y evitando el duro clima cordillerano. Esta carretera, tras un pintoresco recorrido, combinada con el nuevo ferrocarril subterráneo y los ascensores que conducen a SEWELL, derivan en un inesperado y fácil acceso a la ciudad, que contrasta con el tedioso trencito que la unía al valle central durante su vida útil.

EQUIPAMIENTO. Existe en la ciudad o es fácilmente acondicionable un equipamiento muy superior a lo necesario para su real y completo aprovechamiento como patrimonio cultural, lo que incluso ha dado pábulo a planteamientos en el Colegio de Arquitectos de Chile para estudiar la posibilidad de instalar allí entidades de esparcimiento juvenil.

GESTIONES. El suscrito ha planteado la inquietud al presidente del Colegio de Arquitectos de Chile, y al Consejo Regional de Santiago de ese organismo, el primero de los cuales ha tomado cartas en el asunto, al menos en lo relacionado con el esparcimiento juvenil. También ha hecho eco esta iniciativa en el arquitecto Juan Barrientos, Jefe del Departamento de Construcciones Habitacionales de CODELCO, quien manifestó su conformidad en apoyar dentro de su institución solicitudes en el sentido de paralizar los trabajos de demolición.

En relación a los considerandos expuestos, el suscrito solicita a ese Consejo lo que se indica:

a. Que el Consejo estudie la posibilidad de declarar Monumento Nacional a la ciudad de SEWELL. b. Que el Consejo, mientras se realiza este estudio, solicite a CODELCO la suspensión de los trabajos que impliquen la destrucción de entes físicos de esa ciudad.

Saluda a usted muy atentamente,

Arqto. Alberto Collados Baines

Anexo 3

 

EL MERCURIO, Lunes 21 de agosto de 1978.

'Sewell: Monumento Nacional al Valor'

A 2.114 metros sobre el nivel del mar, su historia se remonta a los primeros años del presente siglo. De 15.000 habitantes, hace tres décadas, hoy sólo habitan allí alrededor de 2.500 personas.

RANCAGUA (Liliana Astudillo, corresponsal).- Ha surgido la idea de que el antiguo Campamento Sewell, del Mineral El Teniente, sea declarado 'Monumento Nacional', en atención a lo que representó y representa como esfuerzo de la ingeniería y del músculo del trabajador chileno en el desarrollo del país. Este esfuerzo puede apreciarse mucho mejor si se considera que se ha realizado en las heladas montañas andinas, a una altura que va de los 2.114 metros (Sewell), a los 2.740 metros (Mina) sobre el nivel del mar, y a una distancia de Rancagua, avanzando hacia la cordillera de los Andes, de 69,3 kilómetros. Esta parecerá corta y el camino se considerará fácil en estos tiempos en que grandes vehículos de transportes motorizados, devoran los kilómetros de la Carretera del Cobre, pero si se vuelve la mirada a los tiempos de William Braden y Marcos Chiapponi, pioneros del mineral, veremos que el trayecto era duro y hasta doloroso, puesto que había que recurrir a caretas y mulas para hacer, muy lentamente la fatigosa ascensión a la mina.

'DONDE LAS NIEVES SON ETERNAS'

El primer informe enviado por marcos Chiapponi a Nueva York, donde esperaba que un amigo de William Braden financiara la explotación del mineral, situada el yacimiento en el grado 34 de latitud sur y en el 71°20’ de longitud oeste, ubicado al nordeste de la pequeña villa de Graneros. 'Los principales yacimientos –decía el informe- se ubican más o menos a 2.700 metros de altura, en un cajón de la cordillera andina, formado por cordones de cerros que vienen del nordeste y constituyen el alto contrafuerte de Río Blanco, que está a 3.867 metros sobre el nivel del mar, punto en que las nieves son eternas'.

HISTORIA

Las primeras noticias de la mina son anteriores al siglo XVI, cuando los jesuitas eran dueños de la llamada Hacienda de la Compañía. La tradición indica que ellos fueron los que trabajaron 'El Teniente', creyendo que era de plata. Luego de ser expulsados del país en 1768, la Hacienda de la Compañía fue rematada en

$153.000 al Conde la Conquista, Mateo de Toro y Zambrano. Sin embargo, pasaron muchos años antes que 'El Teniente' volviera a ser trabajado por uno de los miembros de la familia De Toro: Juan de Dios Correa y Saa, el año 1819. En 1902 llegó al país, William Braden y su familia, haciéndose cargo nuevamente de la explotación del mineral.

CAMPAMENTOS

Los campamentos –algunos verdaderas ciudades- fueron creándose paulatinamente, de acuerdo al desarrollo de las actividades extractivas. Sanchina, Nogales, Kilómetro 13, Fuenzalida, Sauzal, San Pedro, Baños (de Cauquenes), Coya, Navarro, La Isla, Maitén Leñera, El Monte, Maqui, Polvorín, El Arrayán, Barahona, Site K. Colón (desde donde sale el ramal a Caletones), Ladrillo, Petróleo, Chimeneas, Sapos, Control, Copados, Arenas, Agua Dulce, La Junta, Cancha de Cobre, Desvío, Planta de Acido, Cancha Mina y SEWELL.

De estas estaciones, las más importantes son donde se ubican los campamentos de Coya, en que se levanta la Planta Eléctrica Caletones y Sewell que fue convirtiéndose con el tiempo en una gran ciudad que llegó a tener una población superior a los 20 mil habitantes. De ellos alrededor de 15 mil eran trabajadores de 'El Teniente'.

El tren que recorre sus calles horizontales a las cumbres nevadas, o las escaleras por las cuales día a día transitaban mineros, sus hijos y esposas, para ir a comprar a un bien abastecido comercio en el centro de la ciudad, o bien para asistir a los eventos deportivos que se efectuaban en las distintas canchas de tenis, fútbol, básquetbol, piscinas temperadas, ya sólo sueñan con aquel período de grandeza.

Lo mismo pasa con los clubes sociales, en donde de vez en cuando llegaban las principales orquestas y espectáculos revisteriles de la época, para entretener a los trabajadores. Los juzgados o retenes de Carabineros que debieron dirimir conflictos y también las iglesias para distintos cultos religiosos. Todo eso ya es cuestión de un vago recuerdo.

Fue su rápido crecimiento lo que, finalmente, decretó su inminente desaparición como 'centro habitacional'. Los graves problemas creados por esta 'superpoblación' aconsejaron el traslado del grueso de los habitantes de Sewell a Rancagua. El abastecimiento de ordinario difícil y caro, los servicios de agua potable, atención médica, educación de una juventud creciente, recreación y deportes y muchas otras necesidades del hombre, eran de más fácil solución en Rancagua.

El Campamento Ciudad, que ayer albergó a 15 ó 20 mil personas, y que hoy no tiene más de 2 mil 500 habitantes que permanecen allí por necesidades del servicio, o acaso por el agrado de vivir en plena cordillera, está llamado a desaparecer... irremisiblemente.