El artículo aborda la solidaridad como un vocablo de importante protagonismo cultural en nuestro país, tal que es empleado cotidianamente para resolver gran variedad de situaciones en que es necesario concitar la ayuda, como referente para la evaluación de la calidad moral de una acción, persona o colectivo, y hasta ha llegado a establecerse un mes de la solidaridad. Sin embargo, esta relevancia no ha sido acompañada de una línea correlativa en investigación social. En este contexto, el artículo se propone problematizar la noción de solidaridad, de tal forma de dejar de pensarla como dato, y poder comenzar su reflexión como un problema de estudio en la investigación social nacional.