Teniendo en cuenta la importancia de examinar la relación entre el campo evaluativo y lo educativamente justo, el objetivo principal de este trabajo es proponer una reflexión sobre los alcances y desafíos de una evaluación para la justicia social, a partir de premisas que refieren, en general, a: problematización cultural, legitimación biográfica, generación de climas emocionalmente favorables y construcciones colectivas que estén al servicio de la reflexión, la crítica, la autorregulación y la transformación de los agentes implicados en la evaluación educativa.