Resumen
Nuestro sistema jurídico, bajo la perspectiva de género, sería descrito
como desigual. Esta desigualdad presente en los derechos laborales es una manifestación más de las diferencias por género que la ley establece, sin embargo, en el presente trabajo la tesis no es la tradicional: esta vez, el rol del hombre es el que está limitado en sus relaciones familiares. En términos laborales, la mujer en tanto madre tiene los mayores privilegios legales en relación con los hijos e hijas, los roles económicos que desarrollan en la sociedad, las garantías sociales y las instituciones que sirven de defensa.
La esencialización de los roles “mujer-madre” y “hombre-proveedor”, en definitiva,
no da espacio a una concepción equivalente a los roles de “padre” y “madre”, derivando en la desigualdad general entre hombres y mujeres.