Resumen
La violencia política en nuestra sociedad chilena no es más que la prolongación del
papel de la venganza en la justicia antigua, la figura del juez desaparece en beneficio del poder político, el soberano se convierte en el verdugo y las víctimas que caen bajo su yugo, se transforman en insignificantes individuos absorbidos por la enormidad del poderoso. El vehículo para pensar nuestra violencia, es la historia, a partir de ella analizaremos cómo ha ocurrido antes y en otros lugares, y a su vez, cómo es abandonada y superada por las palabras, lenguaje que importa el respeto
de la comunidad humana, a lo razonable y verdadero.