Resumen
El siguiente trabajo intenta relacionar el castigo con el concepto de límite, el cual
consiste en mostrar algo a partir de la acción misma de delimitar; así, lo relevante del límite no es el límite en sí, sino lo que allí se hace patente. Castigar, en este sentido, significará colocar límites; o más bien el delimitar muestra y hace patente el acto de castigar. De este modo, el autor plantea un
desarrollo histórico en el cual el castigo se deriva de una interpretación del límite, lo cual develará un límite sagrado (premoderno), moral (ilustrado) y de poder (postilustrado). La tesis principal del autor será que al interpretar el concepto de límite desde distintos contextos histórico-culturales, la noción y
funcionamiento de la figura del castigo será distinta. Según esto, la médula de esta propuesta teórica está centrada, en primer lugar, en la función moral del castigo en las sociedades ilustradas, que consiste en la tarea de mantener la vigencia de los pactos y sentimientos morales colectivos. Y, en segundo lugar, en la respuesta crítica postilustrada de una cultura patológica, en la que el castigo se transforma en un sentimiento de culpa y que muestra consigo las tecnologías de control y disciplina.