Susan A. Foote. Pascual Coña: Historias de sobrevivientes. La voz en la letra y la letra en la voz. Concepción: Editorial Universidad de Concepción. Cuadernos Atenea, 2012. 226 pp.

 

El presente estudio representa en el contexto de la investigación literaria producida en Chile un importante esfuerzo por desjerarquizar y reposicionar los discursos provenientes de las diferentes sociedades que coexisten en este país. Susan A. Foote presenta la primera monografía dedicada al análisis de distintas dimensiones del libro Lonco Pascual Coña ñi tuculpazungun. Testimonio de un cacique mapuche, texto dictado por el mapuche Pascual Coña al sacerdote capuchino alemán Ernesto Wilhelm de Moesbach entre 1924 y 1927 y publicado por primera vez como libro en 1930 en edición bilingüe mapudungun-español. Se trata de una contribución sui géneris, en la que predomina una visión “mapuchecéntrica”, que en primera instancia caracteriza las particularidades discursivas del libro y luego indaga en la visión histórica contenida en éste, así como en la representación de las relaciones interculturales de la época, cotejándolo, en ocasiones, con otras fuentes con el propósito de dimensionar la complejidad de los acontecimientos narrados por Coña.

En la “Introducción”, la autora sitúa Pascual Coña en el marco de la literatura testimonial desarrollada en América Latina y, siguiendo a Antonio Cornejo Polar, de las “literaturas heterogéneas” (9-10). Se refiere al descuido existente en los estudios literarios latinoamericanos con respecto a los testimonios indígenas y argumenta que a pesar de que el testimonio constituye un género occidental, es posible a través suyo oír más claramente “un pensar “indígena”” (10). Asimismo, luego de aludir a las orientaciones de los textos que sirvieron de base para la teoría del testimonio en el ámbito latinoamericano, expresa que “Pascual Coña ya ha superado los marcos originales de manipulación ideológica, pasando por un proceso de resignificación que ahora se inclina hacia otras interpretaciones” (14), contexto en el cual inscribe su lectura.

En el primer capítulo, titulado “Paratexto: las orientaciones de lectura desde las portadas y los prólogos”, la autora analiza y contrasta los cambios que ha tenido el libro a través de nueve ediciones en cuanto a la configuración de portadas y a las asignaciones de título y autoría. Mediante un cuidadoso análisis, Foote demuestra cómo Pascual Coña ha sido presentado desde estudio etnográfico hasta ser adscrito como testimonio a partir de la edición de 1984 (35) y la importancia que en estas modificaciones se le ha concedido a la cultura mapuche, aspecto que ella considera expresión de la relación que la sociedad chilena ha tenido en diferentes momentos históricos hacia la mapuche. Enseguida, al sondear el funcionamiento de los distintos prólogos del texto, señala en relación con los de Rodolfo Lenz y Ernesto Wilhelm de Moesbach que éstos se adscriben al discurso civilizatorio asimila-cionista de la época (41), mientras que el del propio Coña, de manera antagónica, se dirige “hacia el no olvido de la lengua y la cultura [mapuches]” (45). Igualmente la autora comenta un prólogo de José Ancán añadido en 2000, en el cual este investigador cuestiona el desempeño histórico de Coña durante el período de la “pacificación”, reposicionando así, una vez más, el texto (48). Cabe destacar al respecto que Foote debate el argumento de Ancán relativo a tener en cuenta también las historias de los mapuches que resistieron, y en la réplica –que le inspira el título de su monografía– afirma que “[l]os “héroes” que indudablemente exist[ieron] pero que no narraron sus historias para satisfacer la curiosidad de los sacerdotes “escru-ta-dores” [...] murieron o sobrevivieron sin ser rescatados por la letra” (47-48).

El capítulo siguiente, “El problema de la autoría”, discute la interacción entre los distintos involucrados en el proceso de elaboración del texto (Moesbach, Coña, un sobrino y un cuñado de éste, Lenz, Augusta). Foote sostiene que el sacerdote alemán se esfuerza por reducir el complejo de discursos orales de Coña así como su biografía marcada por la hibridez a simple “material de estudio”, y niega de esta forma los aspectos subjetivos propios de la condición autobiográfica del relato de éste (54-55). Enseguida explora el tema de la (auto)censura en la narración de Coña (58-59) y el hecho de central importancia de que su actividad discursiva tenga lugar desde un espacio fronterizo conquistado (64).

En “Encuentros y desencuentros iniciales”, el tercer capítulo, la autora estudia el papel que desempeñó el naufragio del barco “Joven Daniel” en la historia de la zona donde vivía Pascual Coña. Señala que este incidente a través de los productos occidentales que puso al alcance de los mapuches transformó, de acuerdo con la visión del narrador, la cultura de la región (67), proceso al cual también contribuyó el hecho de que los lonkos del lugar sentenciados por el gobierno chileno no solo por la apropiación de estos productos, sino igualmente por el asesinato de los tripulantes debieron regresar a su zona, a cambio del indulto, con un sacerdote (70). Este naufragio, afirma Foote, repercutió en los imaginarios tanto de mapuches y chilenos como de los misioneros capuchinos italianos que habían llegado en 1848 contratados por el gobierno para evangelizar dicho territorio inhóspito (73), plantea-miento a partir del cual analiza y coteja de manera brillante los argumentos que esgrimieron en sus escritos los capuchinos Ángel Vigilio de Lonigo y Adeodato de Bolonia, así como el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna en relación con la desaparición de los náufragos y con el propósito de impedir –a excepción del padre Adeodato– la inminente ocupación del territorio mapuche por parte del ejército chileno.

El capítulo cuarto, “¿Autobiografía como resistencia o como autocolonización del subal---ter-no?”, se concentra, en primer lugar, en la estadía de Pascual Coña en la escuela misional y sondea lo silenciado por éste con respecto a las dificultades que tuvo durante este período. El argumento central de Foote consiste en que “todo lo traumático de este proceso educativo ha sido bo---rrado” (96) y que el narrador opta por resaltar “su habilidad de adaptarse perfecta-mente [...] a la nueva realidad” (96). Una vez más, complejizando los hechos, la autora contrasta el relato de Coña con otras fuentes, esta vez con la visión de un lonko que critica la formación recibida por los jóvenes mapuches en las misiones y con la del padre Adeodato, quien manifiesta la im----po--sibilidad de transformar a los mapuches en una sociedad civilizada mediante la evange-li-za---ción (96-98). En segundo lugar, la autora examina el paso del narrador por un internado de San----tiago y, con la finalidad de poner en tela de juicio su descripción de una perfecta adap-ta-ción a la sociedad chilena, se concentra en una enfermedad sanguínea de éste, la que ella esti-ma de naturaleza psicosomática, resultado de “lo psíquicamente reprimido” (100), y cuyo ori-gen radicaría en experiencias racistas padecidas. Para Foote tales omisio-nes obedecen al pro-pó-sito del narrador de representarse como “héroe de su propio relato” (104), el que ella consi-de-ra “de superación, de vencer obstáculos, de justificarse ante sí mismo y ante el mundo” (106).

“Autobiografía e historia: el revés del tapiz” es un complejo capítulo que la autora inicia señalando que Coña en su relato representa una convivencia armónica entre la cultura mapuche y la chilena, y silencia, una vez más, los conflictos, específicamente el peligro de una eventual invasión. Uno de los aspectos más interesantes de este apartado reside en la utiliza-ción de las cartas del padre Constancio (misionero italiano con quien se educó Pascual Coña) a Cornelio Saavedra (militar a cargo de la “Pacificación de la Araucanía”), las cuales perte-necen a un archivo albergado en la Universidad de Concepción. En éstas, puntualiza Foote, el fraile capuchino expresa sus preocupaciones en torno a la coyuntura política en la que se encuentra inmerso (113) así como su posición ante los hechos: informa a Saavedra sobre la situación de los lonkos y al mismo tiempo pretende evitar la ocupación (119), trance his-tó-rico al cual Coña, por su parte, no se refiere, prefiriendo en su lugar narrar acerca de “las costumbres y prácticas sociales de la sociedad mapuche de aquella época” (121). El capítulo profundiza además en el desarrollo del levantamiento mapuche de 1881 y en el cues-tionado desempeño que en él tuvo Coña, y concluye aludiendo a la incapacidad final de és-te de conciliar las dos culturas en las que forjó su vida, fracaso que expresa al término de su narración, la cual “se transforma en la denuncia de un conflicto sin resolución” (143).

Los dos últimos capítulos constituyen un sutil análisis de la polifonía de voces mapuches que se escucha en Pascual Coña. El sexto, “Los discursos mapuche”, parte de la tesis de que Coña al narrar sobre aspectos propios de la cultura mapuche tradicional emplea discursos orales específicos de ésta, mientras que para relatar experiencias biográficas que han tenido lugar en la sociedad chilena o misionera utiliza una narración lineal. Esta consideración queda de manifiesto en las estrategias verbales que Coña despliega para referirse a ciertas prácticas sociales mapuches como el nguillatún, en cuya prolija descripción la autora señala que es posible apreciar no solo su conservación de la fe mapuche, sino principalmente una manera de resistir a la asimilación (154-155). Enseguida, Foote comenta diferentes prácticas discursi-vas mapuches empleadas por Coña, dentro de las cuales destaca la mensajería, y expresa que mediante ellas éste lleva a cabo una resistencia a la cultura hegemónica desde el espacio de su narración.

En el séptimo apartado, “Dos epew: utopías interculturales y relaciones de poder”, la au-tora analiza dos relatos orales ficticios mapuches contenidos en el libro. Con relación al pri-me--ro de ellos, “El pájaro reanimador”, sostiene que aparte de estar vinculado simbólica-mente con la existencia de Coña (180), “cumple, con respecto a todo el libro, la función de epílogo in-terior, una especie de metarreflexión desde el lado mapuche que alegoriza la situación cul-tural y social del pueblo mapuche y sus relaciones con los huinka” (179). Por lo que respecta a “La zorra astuta”, narración enmarcada en el contexto de ficciones mapuches sobre pumas y zorros, plantea que representa a través del estereotipo de su protagonista la pér-di-da y posterior recuperación de la identidad por medio del sometimiento a las normas de convivencia.

En “Conclusiones, enlaces y proyecciones”, Foote además de recapitular aspectos esen--ciales de su investigación, reivindica Pascual Coña como un texto clásico para la historia de las sociedades mapuche y chilena (201). Asimismo, y en concordancia con la actitud de Coña para con la sociedad chilena, señala un punto clave de su relectura del libro: lo concibe fun--da--mental-mente “como la negociación de un espacio público para el imaginario mapuche con el fin de asegurar su continuidad y proyectar la noción de territorialidad hacia el futuro tanto en lo geográ-fico como en lo simbólico” (209). Por último, contextualiza Pascual Coña dentro de una línea de con-tinuidad que establece entre los parlamentos coloniales y republicanos, los tes-ti-monios ma-puches de inicios del siglo XX y la poesía mapuche contemporánea, instancias dis-cursivas inter-culturales en las cuales “[s]e reafirma lo propio mediante la negociación con el otro” (212).

La monografía reseñada constituye un análisis lúcido, maduro y exhaustivo que no solo reivindica los discursos orales del narrador mapuche, sino que igualmente aporta a la valoración de las producciones intelectuales de esta sociedad, aspecto que deja en claro el posi-ciona-mien--to científico y ético de la autora en relación con las perspectivas de convivencia en un Chile multi y transcultural. La mapuchista Susan Foote aboga en su libro por el rescate de las vo-ces asordinadas de la historia y despliega en él su profundo conocimiento de la cultura ma-pu--che así como un inteligente manejo de las fuentes históricas. Asimismo no se puede dejar de mencionar que su in-ves-ti-ga--ción representa un acercamiento muy concluyente a Pascual Coña y a los procesos so-cio--po--líticos de los cuales surgió, mérito que la convierte en una referencia imprescindible tanto para los estudios históricos como también, y especialmente, para los de las literaturas y culturas indí-ge-nas.

 

Hans Fernández

Universität Potsdam

 

hansfernandez@hotmail.de