Revista invi Nº 48, Diciembre 2003, Volumen 18 : 104 a 112
Rodrigo Mora
El presente artículo analiza un aspecto usualmente no estudiado del hábitat residencial popular: las ferias libre dispuestas en las calles en forma periódica. El caso corresponde a la comuna de Quilicura, Santiago, donde la localización de las ferias dentro de la estructura urbana es analizada usando como marco metodológico la teoría de la Sintaxis Espacial, creada hace ya treinta años en la Universidad de Londres.
Los resultados del estudio detectar que, a pesar de no estar situadas en las vías de mayor accesibilidad de la comuna (y de esa forma no interrumpir el tránsito normal al interior de la comuna) las ferias libres se distribuyen en forma dispersa en la trama urbana de forma de crear áreas de influencia bien delimitadas que operan creando una suerte de "economías locales". Así, una suerte de ecología urbana parece hacer persistir al comercio informal en su relación con el hábitat residencial popular.
Palabras claves: comercio informal, estructura urbana, configuración espacial
This article focuses on, street markets, one of main issues when dealing with the residential habitat in low-income areas in cities. In doing that, its analyses the location of such street markets on the urban structure of Quilicura, Santiago, by using the theory and methodology known as Space Syntax, developed nearly thirty years ago in the Bartlett School of Architecture, University College London.
The results show that, despite the fact that street markets do not locate on the main roads of Quilicura (and therefore do not interrupt vehicular traffic), they distribute almost homogeneously on the district's urban structure, creating well defined areas of influence that produce a sort of "local urban economies".
Keywords: informal commerce, urban structure, spatial configuration.
INTRODUCCIÓN
Una de las preocupaciones más fundamentales de la planificación urbana de los noventa ha sido la preocupación sobre la sustentabilidad urbana específicamente de los hábitat residenciales populares en los países en desarrollo (1). En el caso chileno, esta preocupación ha abordado diversos aspectos, fundamentalmente relacionadas con el desarrollo local (2), o la solución de las carencias urbanas producto de una desigual distribución de los recursos (Rodríguez-Winchester, 1999; Sabatini, 1996). Otro aspecto a menudo estudiado en el estudio del hábitat es el fenómeno de la informalidad, aunque a menudo este tema es nuevamente visto desde el punto de vista de las carencias urbanas o la precariedad de los mercados de trabajo. Sin desconocer la importancia de estas visiones, a menudo estas no abordan un aspecto clave del hábitat residencial popular: el fenómeno de la ferias libres que abastecen estos asentamientos humanos.
Las ferias libres o centros de distribución y venta de productos (vegetales, pescados y productos de primera necesidad), se instalan en determinadas calles de la ciudad y abastecen normalmente los sectores populares de nuestras ciudades. Aunque no son patrimonio de las comunas populares (en efecto, en el caso de Santiago estas ferias se instalan también en comunas del sector oriente), su importancia es creciente en las comunas populares, puesto que el comercio formal, como centros comerciales o supermercados, son menos frecuentes.
No obstante lo anterior, la importancia y el rol de las ferias libres en el hábitat popular no parece ser un asunto estudiado por los especialistas, que parecen concentrase en el estudio de otras variables de la informalidad urbana. Una de las posibles explicaciones de este abandono parece ser la creencia generalizada de que la distribución de las ferias libres posee una naturaleza arbitraria, es decir, que su patrón de distribu- ción en la trama no sigue un orden lógico sino es trazado por el conjunto de feriantes que las conforman. De esta forma se tiende a considerar este fenómeno como algo "dado" que por lo tanto es escasamente estudiado.
El presente artículo expone una investigación preliminar la localización de las ferias libres en la comuna de Quilicura. La perspectiva utilizada usa la teoría y metodología de la Sintaxis Espacial, desarrollada hace ya cerca de treinta años por Bill Hillier y Julienne Hanson en la Universidad de Londres.
LA SINTAXIS ESPACIAL
La teoría de la Sintaxis Espacial sostiene que el espacio, tanto a nivel urbano como de edificios, es el marco donde la cultura de las sociedades se desarrolla y transmite (Hillier 1996) pues, entre otras funcio nes, regula el encuentro y no-encuentro entre las personas (por ejemplo, recluyendo ciertas actividades y personas de la vista y/o el acceso de los demás). De esta forma podemos "leer" en el espacio información de la sociedad que lo genera.
La lectura del espacio que plantea la Sintaxis Espacial es de carácter sistémico, es decir, se postula que en un sistema espacial dado, por
ejemplo, una ciudad o un edificio, las características de cada espacio esta generada por las relaciones que éste establece con el resto de los espacios del sistema. Surge así la noción de configuración espacial, que se centra en el análisis de estas relaciones espaciales y que intenta en primer lugar objetivarlas. Se postula entonces que la característica básica de las relaciones espaciales es el nivel de permeabilidad espacial, es decir, el grado en que uno puede acceder a un espacio, pues esto muestra el nivel de control ejercido éste.
Por ejemplo, la figura 1 muestra un edificio genérico y las conexiones interiores de sus ocho espacios. Abajo aparecen un grafico que asimila cada recinto a un nodo y muestra, en la columna vertical, el "nivel de profundidad espacial" que cada uno de estos espacios tienen si nuestro punto de partida es el espacio exterior, 8 o 1, respectivamente. Si nosotros, para cada uno de los espacios del edificio, hacemos el mismo gráfico y luego promediamos el nivel de profundidad que cada espacio obtuvo en cada gráfico, obtendremos un nivel de profundidad promedio del espacio en el sistema. Este nivel entonces se conoce como el grado de "integración espacial" y da cuenta de la posición relativa del espacio en el sistema.
LAS APLICACIONES DE LA SINTAXIS ESPACIAL A NIVEL URBANO
A nivel urbano, la Sintaxis Espacial plantea que el sistema de espacios esta definido por la estructura vial y es conformada por el menor número de líneas rectas que en su totalidad cubren la trama de la ciudad, lo que se conoce como plano axial (ver figura 2).
El análisis configuracional a nivel urbano consiste en la medición de la profundidad de cada línea respecto del total de líneas del sistema, es decir, el número de quiebres de dirección que una persona debería hacer para llegar desde un punto x a un punto y si eligiera la ruta más corta posible. Esta medición arroja como resultado un valor de integración, que explica la posición relativa del espacio en el sistema. La experiencia sintáctica muestra que existen básicamente dos variables de integración relevantes: la integración global, que mide la posición de cada línea son respecto al total del sistema y la integración local, que mide la profundidad relativa que cada línea tendría si sólo pudieran hacerse dos quiebres desde ella (ver figura 3). La integración local entonces da cuenta de la posición de cada línea a nivel doméstico: la idea es que cuando estamos en un barrio, nuestro ámbito de acción se remite a la línea en que permanecemos, las líneas que intersectan a la primera y aquellas que intersectan a estas últimas.
UN ANÁLISIS SINTÁCTICO DEL HÁBITAT RESIDENCIAL POPULAR: LA COMUNA DE QUILCURA
Esta investigación examina, desde una perspectiva sintáctica, la localización de las ferias libres en la comuna de Quilicura, localizada en la periferia norte de Santiago y que ha mantenido un crecimiento poblacional sorprendente durante los últimos diez años. En efecto, La comuna tenía 41.121 habitantes en 1992 , llegando a los 126.518 habitantes de acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2002 (fuente INE) (3). Lo anterior ha redundado en un acelerado consumo de suelo para fines residenciales, el que ha ocupado casi 329 Há entre 1992 y 2000. El crecimiento comunal y la carencia de un Plan Regulador Comunal que ordene la trama vial ha significado, en el caso de Quilicura, una discontinuidad vial tanto interna (conexiones entre los distintos sectores), como externa (conexiones con el resto de Santiago). La figura 4 muestra el plano axial de la comuna compuesto por poco más de 1000 líneas (1056). Se aprecia que desde Santiago la comuna tiene sólo dos accesos: el primero es la calle fundacional de la comuna; Manuel Antonio Matta, que va de oriente a poniente, y la calle San Luis, que va de norte a sur. El resto da la trama vial sólo funciona a nivel intracomunal, conectando barrios mediatos o desembocando en calles estructurantes internas.
El comercio establecido de la comuna se ubica, en los alrededores de la Plaza Armas donde se ubican dos supermercados y una serie de comercio de escala menor, lo que da origen al centro comunal. El resto de la trama carece de comercio de mayor escala, quedando reducido a ciertas aglomeraciones comerciales menores (cinco o seis locales), o definitivamente en torno a comercio doméstico aislado y dispuesto en los antejardines de las casas.
LA FERIAS LIBRES DE LA COMUNA
Junto al comercio formal y el doméstico existe un tercera forma de abastecimiento comercial en Quilicura: las ferias libres. Éstas se disponen en distintas calles de la comuna y según lo autoricen la Dirección de Tránsito, repartición que adjudica la colocación de las ferias ciertos días a la semana y en lugares que no interrumpan la normal circulación vehicular. La figura 5 muestra fotografías de dos ferias libres de las siete ferias libres informadas por la Dirección de Tránsito en el 2000. La figura 6 muestra la ubicación de las siete ferias libres en la trama comunal, mientras la figura 7 muestra un ejercicio de integración local, en el se evaluó la cobertura en profundidad 3 o integración local, suponiendo que todas las ferias funcionaban un mismo día. Como se aprecia, las áreas de influencia de las ferias parecen ahora cubrir la mayor parte de la trama vial de la comuna, dejando pocos sectores urbanos que no sean abastecidos por las ferias.
Lo anterior permite suponer que la operación de las ferias libres sigue una lógica de distribución espacial que se aproxima al modelo de Christaller (Christaller, 1966), que sugiere que la oferta de bienes y servicios maximiza su cobertura al tiempo que minimiza la superposición de las superficies de competencia de los oferentes. En efecto, la disposición de las ferias libres en la estructura urbana de Quilicura parece "cubrir" gran parte del territorio comunal, cubriendo un total de 284 líneas.
Sin embargo, de acuerdo a información dada por la Dirección de Tránsito, las ferias no funcionan todas un mismo día, por ejemplo, el día lunes, sino más bien se trasladan continuamente de lugar en lugar de forma tal que al menos dos son las ferias en funcionamiento por día. Debido a esto, en la segunda parte de este ejercicio se " aislaron" las ferias, suponiendo que cada una de ellas funciona sin competencia, es decir, cada una en un día determinado. El resultado se aprecia en la figura 8, que ilustra las siete ferias aisladas nuevamente en profundidad 3. Ahora el total de líneas cubiertas sube a 366 (Tabla N°1):
Lo que significa que 82 líneas se superponían cuando el ejercicio se efectuó con las líneas tomadas conjuntamente. En otras palabras, sólo el 22,4% de las líneas consideradas en el segundo ejercicio habían sido doblemente contadas, el resto pertenecía al ámbito de acción específico de cada feria. Lo anterior hace suponer que cada una de las ferias libres estaría definiendo un área de acción bien delimitada y específica, que no tiende a superponerse con las colindantes, generando una suerte de economía local del barrio que parece complementarse con la ubicación central del comercio formal.
CONCLUSIONES
Aunque preliminar, este estudio parece indicar que las ferias libres de la comuna de Quilicura operan con una lógica de localización en la trama urbana de alta eficiencia. Esto significa que sus ámbitos de acción espaciales parecen estar bien definidos, no obstante una profundización del estudio es necesaria para detectar los lugares de proveniencia de los usuarios de cada una de las ellas y así evaluar su rol que éstas cumplen en el abastecimiento en el hábitat residencial popular.
Lo anterior parece contradecir la idea normalmente asumida de una distribución azarosa de las ferias, toda vez que su distribución logra sobrepasar las limitaciones impuestas por la Dirección de Tránsito en el sentido de no interrumpir el trafico comunal, para ubicarse en lugares estratégicamente ubica- dos y así abastecer a la población de bienes y servicios.
Lo anterior podría generar oportunidades para la gestión del desarrollo local, en la medida que las ferias podrían ser usadas por las municipalidades para
el reforzamiento de la ciudadanía y la participación local.
BIBLIOGRAFÍA
-Conferencia de las naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos Hábitat II, Estambul, junio de 1996
-Christaller, Walter, 1966 (trad),"Central places in Southern Germany", Prentice-Hall,
-Guy C. ,"The retail development process", 1994, Routledge.
-Hillier B., 1996,"Space is the machine", Cambridge University Press.
-Hillier B., Penn A., 1992."Dense Civilisations. The shape of cities in the 21st century". Applied Energy, Elsevier Science publishers.
-Jenks M.,"The compact city: a sustainable urban form?", 1996, E & FN Spon.
-Rodriguez A. Winchester L., Santiago de Chile: metropolización, globalización, desigualdad: ¿es posible gobernar la ciudad?, del seminario "grandes metrópolis del Mercosur: problemas y desafíos", PUC, 1999.
-Sabatini F., 1996, "Transformación urbana y dialéctica entre integración y exclusión social", Serie Azul N º19, instituto de Estudios urbanos Pontificia Universidad Católica de Chile
NOTAS
1 Por ejemplo, especial interés ha sido definido a partir da la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos Hábitat II realizada en Estambul en junio de 1996.
2 Ver Boletín INVI Nº 43 de 2001, dedicado
3 La comuna de Quilicura mantuvo el mayor crecimiento poblacional relativo de Chile con un 236%.