Revista invi N°31, Agosto 1997, Volumen 12: 33 a 56
María Isabel Pavez R.1
1 Arqto. U. Chile; D.E.A. Urbanismo, U. París; Académica y Miembro C. Ed. Revista de Arquitectura, F.A.U. - U. Chile.
1. Las interrogantes.
Indagando en los espacios verdes recreacionales públicos de
las ciudades y pueblos de la provincia de Quillota, en el marco de una
investigación coordinada con un estudio de mayor alcance
tendiente a normalizar los Planes Reguladores actualmente operando en
este territorio2,
hemos intentado responder, en una primera aproximación, a un
conjunto de preguntas que nos pareció pertinente hacer a la
realidad observada.
Una inquietud creciente ha estado al origen de nuestra tarea. Frente a
una manifiesta voluntad política y técnica del nivel
central para realizar avances en materia de espacios verdes
públicos, la que representa un renacer de la temática en
la presente década después de años de olvido
oficial 3,
nos encontramos con una realidad local donde se reitera
prácticas no deseables en perjuicio de la calidad de vida de la
población actual y futura4
Interesados en la ciudad como una creación cotidiana donde no
sólo se pueda vivir, sino donde se viva bien, la pregunta
central de esta investigación ha sido cuánto culto,
democrático y austero se manifiesta en la realidad del espacio
urbano concreto de interés, el producto de la acción
global de los diversos agentes locales en materia de espacios verdes
urbanos públicos5.
Estimamos que una acción culta significa consecuencia con los
logros de la humanidad para conformar marcos ambientales
satisfactorios, lo que implica a fines del siglo XX, la necesidad de
definir espacios civilizados, diversos; complejos y coherentes con los
procesos de la naturaleza.
Una acción democrática supone consecuencia con las
necesidades de la totalidad de la población, en el
espíritu de incrementar la propia diversidad. Atención
especial debe darse al grupo de población de menor movilidad y
recursos.
Una acción austera implica ser capaz de establecer la
economía de medios que debe presidir toda actuación
solidaria en un marco caracterizado por la escasez de recursos6.
En términos específicos, y considerando que la
realización de los espacios verdes públicos se
materializa en tres instancias:
Fig.1 Planta general del Parque Andrés Bello, un ejemplo exitoso de Parque de Niños y Adultos a escala del barrio en la Remodelación San Borja de Santiago. No obstante haberse disminuido en los hechos la superficie del proyecto original, este parque tiene hoy 2,25 Hás., superando así ligeramente el mínimo esencial requerido que es de 2 Hás., para efectos de posibilitar su particular multifuncionalidad al servicio de toda la población del barrio.
Algunos requerimientos de planeamiento de los espacios verdes públicos 9.
-Un sistema de espacios verdes funcionales públicos debe
estar en función de la densidad de población mucho
más que de la superficie del territorio a servir, si se desea
tener espacios animados y autocontrolados. Ello no significará
desatender los radios de acción que, especialmente en el caso
del peatón de menor movilidad se puede razonablemente recorrer
para acceder a los espacios -sobre todo- de frecuencia cotidiana.
-Es deseable estructurar y compartimentar las áreas urbanas
residenciales en unidades de diseño a partir de los parques
urbanos de tamaño y dispersión media, y la red viaria
fundamental. Las áreas residenciales deben disponerse idealmente
en torno a los terrenos más idóneos para formar estos
parques, y la vialidad estructurante debe estar en los bordes de las
unidades seccionales, definiéndose así interiores
más calmados para el paseo y la estancia vecinal y de barrio.
-Si bien por razones de mantenimiento podría ser deseable tener
concentrados los espacios verdes públicos en muy pocos puntos,
en razón de los objetivos de calidad de vida actuales, se
requiere jerarquizar y desconcentrar los espacios públicos en
general, y los verdes en especial en el espacio urbano. Ello con los
fines de optimizar la accesibilidad y el disfrute general de todos los
habitantes; facilitar la frecuentación a ellos; equilibrar la
permeabilidad del espacio urbano, y hacer extensivos al conjunto de la
población en su entorno inmediato, los beneficios de tos
espacios verdes como reguladores climáticos, sobre todo en
verano.
Fig.2 El Parque de Niños y Adultos en el barrio, debe constituir un recinto cercado vigilado de juego y estancia de niños y adultos de todas las edades. De esta forma se facilitará las condiciones de seguridad para protección del parque y de los usuarios (Acceso 5.0).
-Los espacios verdes funcionales públicos estarán
presentes no sólo en los barrios residenciales más
densos, sino en aquellos con población de menores recursos,
posibilidades de desplazamiento y de opciones, donde el jardín
privado casi no existe por falta de espacio y la vivienda es de
dimensiones mínimas, sin posibilidad de expansión para
sus moradores.
-Si los recursos son escasos, y los sistemas de transporte son
deficientes y caros, se considerará más adecuado disponer
de un conjunto de parques de tamaño medio cercanos a la
población, que de un gran parque distante de la mayor parte de
aquella.
-Se debe lograr un sistema urbano de espacios verdes mixto: particular,
municipal y fiscal, tratando de sacar el máximo provecho de las
áreas verdes particulares en lo referido especialmente al valor
sanitario para la formación de microclimas, y al valor
psicológico (microámbito cotidiano de contacto con la
naturaleza, terapia de relajación mediante tareas de
jardinería, etc.) toda vez que el estrato económico
permita solventar el costo de la mantención del jardin privado.
Por otra parte, sistemas mixtos de áreas verdes de uso
público de administración municipal, con
mantención y cuidado particular son deseables. Esto se puede
lograr integrando (trabajo, vigilancia, aseo, etc)a los habitantes en
la zona de influencia, también organizándose concursos y
premios, y otros.
-Si bien los espacios verdes funcionales de uso público
deberían ser lo más reducidos posibles dado su alto costo
de creación y de mantención, la alternativa que se escoja
en cada escalón del sistema debe asegurar un adecuado
dimensionamiento sin el cual no será posible su correcto
funcionamiento e incluso su uso, con el consiguiente derroche de
recursos.
El exagerar la proporción de las áreas verdes crea tantos
o más problemas que el dejar las dotaciones bajo los
mínimos. Se recomienda un trabajo paulatino, basándose
especialmente en la observación cuidadosa de los espacios
públicos exitosos en cada realidad particular, más que en
la aplicación de estándares "iguales para todos".
En la localización de los espacios verdes públicos debe
intentar incorporar y conservar todos los recursos del paisaje que
puedan integrarse en el sistema: agrupaciones de árboles
existentes, filas de árboles de antiguos caminos, elementos
morfológicos e hidrológicos singulares como manantiales,
arroyos, estanques, vaguadas, colinas, teniendo presentes los puntos de
vista más favorables sobre panorámicas de interés,
como componentes caracterizadores del sistema de espacios
públicos en general, y verdes en especial.
Fig.3 En el Parque Andrés Bello posee cuatro accesos, que además facilitan las circulaciones de los habitantes que se desplazan a sus lugares de trabajo diariamente. Esta circulación de un área a otra de barrio contribuye a animar el parque, y con ello a su autocontrol. Se observará que en este parque las circulaciones no presentan escalas -salvo para cubrir un desnivel en uno de sus accesos-, facilitándose con ello la marcha, especialmente de los adultos mayores.
-Ordenamiento urbano con sentido ecológico, donde se coordine
la dinámica de los flujos de aguas superficiales
(escorrentía, canales de regadío rural que atraviesan las
áreas urbanas, esteros, ríos, etc.), con los
emplazamientos de los espacios verdes, vialidad estructurante,
calidades de suelo, y otros, para protección preventiva de la
población, evitando desastres por inundación, y derroche
de recursos, en especial del recurso agua. Debe destinarse los terrenos
con mejores condiciones edáficas y con humedad natural
-vaguadas- a la plantación de arbolado y a la formación
de parques. Se debe localizar los parques urbanos preferentemente en
los niveles más bajos del área, con el fin de preservar
la circulación superficial de aguas naturales y formar estanques
que faciliten su retención, la carga del manto freático y
la regulación de eventuales avenidas.
-Adecuada transición entre los espacios intersticiales
públicos y los privados, delimitando además claramente
sus roles y ámbitos. De lo contrario se extenderá, entre
otros usos indebidos en el caso de los espacios verdes, el
estacionamiento del creciente volumen de automóviles en ellas.
Algunos requerimientos de diseño de los espacios verdes públicos10.
-Los espacios verdes funcionales públicos de
recreación, deben caracterizarse debidamente en la realidad para
que no se confundan con las superficies verdes que operan con los
objetivos complementarios de otras composiciones: estéticos en
prioridad, protección contra el viento, ruido, también en
menor grado colaborantes en la definición del microclima (las
avenidas, las alamedas, los caminos, las cortinas verdes, las plazas
monumentales, representativas y decorativas, las ágoras
cívicas y comerciales con algún tipo de vegetación
decorativa).
-Al interior de las nuevas poblaciones los espacios verdes vecinales
(juego de infantes) deben constituir recintos cercados y vigilados de
juego, distribuidos en función de las zonas de densidad el
área, articulando la configuración de calles locales,
pero sin formar bandas paralelas a las aceras, pues pronto se
verían convertidas en áreas de estacionamiento.
-Asegurar la diversidad, individualidad y legibilidad de los espacios
públicos en general, con el fin de facilitar la
orientación de las personas en la ciudad y de otorgar "sentido
de lugar" a sus diversas áreas.
-Humanización de los espacios públicos para un efectivo
uso, dándoles un acondicionamiento ambiental que permita su uso
en las mejores condiciones en el máximo de tiempo:
protección del viento, sol, lluvia, etc.
-Multifuncionalidad y versatilidad de los espacios públicos,
tanto simultánea como secuencial, con el fin de facilitar su uso
intensivo. La capacidad de adaptación estará determinada
por el dominio y diafanidad de las superficies peatonales horizontales,
por la movilidad del mobiliario y por la riqueza de sus componentes.
-Enriquecimiento de los espacios públicos con objetos
simbólicos (esculturas, monumentos), que tengan especial
significado para la comunidad (elementos pertinentes en el contexto
local, o de importancia nacional), y que colaboren a descentralizar el
arte y los símbolos en la ciudad). Su ejecución
debería someterse a mecanismos de consenso colectivo, entre los
que destaca la suscripción popular. -Evitar el endurecimiento
antivandálico de los espacios verdes, que conduce en ocasiones,
a una estética de matorrales de espinos y hormigones
brutalistas, que otorgan una imagen agresiva de los espacios
públicos. En cuanto a materiales debe buscarse la diversidad de
durezas y texturas, racionalidad de costos de mantención,
coherencia con los presupuestos de inversión, y seguridad del
usuario.
-Métodos de participación en el diseño y
conservación, uso de técnicas identificables y
reconocibles por los habitantes, diversificación de las
soluciones caracterizando los barrios como forma de fomentar la
"apropiación" del espacio por los vecinos 11.
En este sentido algunos estudios estiman que puede resultar útil
crear un catálogo abierto de soluciones adecuadas localmente
que, sin olvidar la racionalización, permita la variedad.
-Adaptar el sistema de espacios verdes al modelado de los terrenos
siempre que lo permitan las condiciones topográficas, con el fin
de evitar grandes movimientos de tierra que desnaturalicen su caracter,
den lugar a desniveles importantes en las alineaciones y varíen
el nivel freático en las proximidades de los árboles.
-Evitar que se contaminen las actividades entre grupos de usuarios en
cada espacio verde funcional recreacional, por lo cual se debe, entre
otros, respetar la dimensión mínima necesaria para cada
tipo de espacio.
Fig.4 Un Parque de Niños y Adultos correctamente dimensionado y diseñado, posibilita el uso simultáneo de personas de todas las edades, sin entorpecerse sus diferentes actividades, aún cuando estén muy próximas. Al respecto cabe destacar que las adultos mayores encontrarán animación en el juego de los niños y adolescentes.
-Debe buscarse diseños que permitan cierta flexibilidad para
adaptarse a los cambios, (calidad y riqueza de vida como concepto
dinámico). Evitar decisiones de diseño de difícil
reversibilidad.
-Privilegiar el uso de especies autóctonas locales, cuyo valor
estético se base además, en elementos naturales del
paisaje original. La selección de la flora nativa, debe hacerse
en función de las características del área natural
de inserción, teniendo presente los procesos de cambio en el
medio natural en curso (desertificación, etc.). Ello dará
como resultado pocos gastos de mantención, y una especificidad
local de diseño, colaborante con la identidad del lugar;
ofrecerá también un potencial didáctico
desarrollable en los niños y también en los adultos. Los
espacios verdes públicos autosustentables, están en
consecuencia, "con la naturaleza" y no "en contra de la naturaleza" 12.
-No debe descartarse la ubicación de espacios verdes en suelos
pobres, pues contrariamente a lo que se piensa, si bien permiten
crecimiento de menos especies nativas, estas se desarrollan con mayor
impulso13.
-Fomentar el uso de especies nativas arbustivas, las que han
desaparecido de los parques públicos en función de la
búsqueda de la seguridad del usuario. Estas especies pueden
formar parte, sin embargo, de islas paisajísticas cercadas al
interior de los parques urbanos de diversas escalas, dispuestas para
ser observadas (con acceso sólo a mantención). En estas
islas pueden colocarse también especies de crecimiento delicado,
y otras que requieran especial protección14.
Algunos requerimientos de contorno de los espacios verdes públicos 15
-Favorecer la instalación de locales comerciales que no
originen conflictos con la vecindad, en los primeros pisos, y limitar
la transformación de las actividades residenciales a usos
terciarios.
-Facilitar la integración e instalación de todos los usos
compatibles con el uso residencial que no sean generadores de
perturbaciones ambientales ni de tráfico rodado intenso, con el
fin de asegurar la diversidad funcional del tejido urbano y, en
consecuencia, la diversidad morfológica de la edificación.
-Reforzar las actividades en los espacios públicos con la
multiplicidad de usos instalados en las parcelas edificables mediante
la proliferación del número de accesos y, por tanto, del
número de parcelas. Se favorecerá así la
animación, la permanencia, el autocontrol de los comportamientos
y cuidado del patrimonio creado.
-Favorecer la creación de locales en primer piso destinados a
usos compatibles con el uso residencial mediante la asignación
de una edificabilidad específica con dicho fin,
independientemente de la residencial, con objeto de que no entre en
competencia mercantil con ella y posibilite su existencia.
-Destinar los primeros pisos de las parcelas de esquina a locales de
comercio, con el fin de reforzar funcionalmente los nudos de la trama.
-Dificultar la instalación de actividades no residenciales no
conflictivas en pisos que no tengan acceso directo desde los espacios
públicos.
-Integrar las parcelas de equipamientos con coeficiente de
ocupación elevado -equipamiento comercial (mercado municipal) y
social (religioso, sanitario, asistencial, administrativo, cultural,
recreativo, etc.) en las manzanas residenciales y, en consonancia con
su singularidad funcional disponer su acceso desde una plaza
estratégicamente situada en el sector.
-Situar centros docentes, y parques deportivos, cercanos a los parques
urbanos, con el fin de facilitar el acceso a la población
infantil.
-Considerar ol bloque cerrado dispuesto en perímetro de las
manzanas, formado por la yuxtaposición de edificios colindantes
-entre medianeras- con una fachada exterior y una fachada interior,
como el complemento necesario de la calle para definir un tejido urbano
óptimo, semejante al tradicional. Este tipo de
organización espacial básica, tiene una lógica
social que responde a un doble principio de economía: asegura la
mayor longitud de contacto de los edificios con el espacio
público y el mayor volumen edificado con la mínima
superficie de cerramiento asegurando la iluminación y
ventilación natural de los locales. Los edificios perimetrales
de la manzana cerrada "rentabilizan" al máximo el contacto entre
el espacio público y el espacio privado, aseguran la
sucesión espacio público - espacio edificado - espacio
libre privado, magnificando las superficies de los espacios libres
privados al interior de las manzanas.
-Favorecer la construcción de edificios que no superen los
cuatro pisos. De ellos, el primero puede estar destinada a locales
comerciales y el resto a uso residencial. Entre otras razones para esta
altura se citada protección de fachadas y huecos de los vientos
invernales; la protección de fachadas y cubiertas contra la
radiación solar en verano cuando están protegidas por la
sombra de los árboles; la relación directa visual y oral
entre personas situadas en el edificio y el suelo, etc.
2. Síntesis de constataciones en los núcleos urbanos de la Provincia de Quillota.
Los recorridos, abarcando una cifra cercana al 95% del territorio
urbano de cada centro poblado, han permitido constatar la existencia de
Parques Urbano-Comunales, Plazas de Representación, y Plazuelas
Vecinales, además de Secciones Verdes en el Perfil de
Vías, cuya situación general se resume en las
líneas siguientes.
Parques Urbano Comunales.
En lo referido a Parques Urbano Comunales 16,
ellos se justifican en las ciudades o comunas urbanas con más de
35.000 habitantes. Se constata en la provincia de Quillota que las
ciudades con una población próxima o superior a esa cifra
-Limache, Quillota y La Calera- tienen un espacio verde mayor,
oscilando su dimensión entre 13 y 6,5 Hás., esto es,
menor que la superficie mínima de 20 Hás recomendada en
diversos estudios para posibilitar su multifuncionalidad.
Estos parques se encuentran en todos los casos junto a cauces de agua
destacados, con lo cual aumentan, en principio, sus recursos
paisajísticos y de mantención por el marco de humedad
natural. En el caso de La Calera se observa sin embargo que, si bien el
parque está junto al río Aconcagua, medidas asociadas a
las defensas del río, han dispuesto enrocados y rellenos que se
han traducido en el endurecimiento del borde del río teniendo
como consecuencia el deterioro significativo del soporte de
vegetación y con ello probablemente una cierta merma de la fauna
característica de los terrenos húmedos.
Por otra parte, estos parques, por su localización
periférica, especialmente en el caso de Quillota, están
lejos de la mayor parte de la población. Se debe agregar a esta
situación el hecho que la masa de población de menor
movilidad (ancianos -que duplicarán su representación en
la composición de la población chilena en el
próximo futuro, niños y minusválidos) no
podrá utilizar frecuentemente estos espacios por estar lejos, y
por depender de otros para su traslado, sin olvidar la peligrosidad por
su tamaño, por la falta de animación, y por la misma
condición periférica.
En lo referido a su dimensión menor que lo deseable, suele
argumentarse que estos parques están en ciudades de
tamaño medio a pequeño y, en consecuencia, están
muy próximos al ámbito verde rural por lo cual las
necesidades de la población podrían moderarse. No
obstante, la simple existencia del espacio verde rural privado, no
puede compensar las carencias de superficie para ofrecer la respuesta
recreacional de nivel intercomunal que estos parques públicos
están llamados a dar para acoger actividades bien concretas, en
el caso de La Calera, respecto de Nogales, El Melón e Hijuelas;
en el caso de Quillota, respecto de La Cruz, y en el caso de Limache,
respecto de Olmué.
En lo referido a su diseño y mantención, en el caso de La
Calera, el parque principal se observa como un espacio heredado de otra
época, cuyo diseño habría respondido a un lugar de
estancia y paseo, más que a la multifuncionaiidad hoy requerida,
presentándose en un estado de abandono al visitante.
Fig.5 El Parque de Niños y Adultos podrá acoger
grupos escultóricos, los que deberán presentar
diseños adecuados tanto para su integridad y permanencia como
para la seguridad de los usuarios del parque.
En el caso de Quillota, cuyo parque está aún en
construcción, su proyecto se asocia a sólo parte de las
funciones que estos parques deben cumplir, apreciándose
además en los planos del proyecto un muy bajo porcentaje de masa
vegetal prevista, lo que es, en términos generales, inverso de
lo deseable en este tipo de parques.
Por último en el caso de Limache, se trata de una reserva de
espacio también ribereño aún no configurado como
parque comunal, lo que junto a su localización algo menos
periférica que los otros casos -el estero de Limache atraviesa
la ciudad-, abre la posibilidad de proyectarlo adecuadamente para un
uso más intensivo 17.
Plazas de Representación.
En cuanto a los espacios verdes Plazas de Representación, de
localización habitualmente central (Plazas de Armas, plazas
asociadas a centros cívicos, monumentos, etc.) y que se
caracterizan por un formalismo ornamentalista evidente, ellos cumplen
en teoría con objetivos de embellecimiento del paisaje urbano,
realce de edificios, entre otros, y colaboran a la legibilidad del
espacio urbano. Son encontrados en los centros urbanos de Quillota en
localizaciones diversas -no sólo centrales- y en tamaños
muy variables 18.
Lo que ocurre en este caso, es que diversas plazas de barrio y aun de
vecindad, han sido diseñadas conforme a la imagen de la plaza de
representación principal, con lo cual observamos que espacios
que debieran estar más adecuados a las necesidades cotidianas de
juego y recreación-expansión de niños y adultos en
los barrios, se presentan con el referido formalismo que resulta en
extremo limitante.
Allí, la existencia de la mayor parte de la superficie dedicada
a parterres con césped ornamental -o flores, más
excepcionalmente-, se traduce en prohibiciones expresas de jugar o
caminaren ellos, quedando el resto de la superficie dedicada
sólo a las terrizas de circulación, eventualmente con
asientos, y no siempre con sombra. Nos parece así que hay una
suerte de confusión entre el concepto de espacio verde de
representación y de recreación-expansión
propiamente tal.
En cuanto a los árboles en este tipo de plazas, se caracterizan,
en general, por ser valiosas especies de gran formato imponiendo su
caracter al conjunto. No obstante, en gran cantidad de ellos se
presentan soportes de cablerías de iluminación festiva,
basadas en series de ampolletas, clavados en el tronco o ramas del
árbol, o amarrados con alambres, produciendo heridas o rozaduras
que dificultan el desarrollo del ejemplar.
Plazuelas Vecinales.
En lo referido a Plazuelas Vecinales en el barrio, por
definición deberían ser "recintos cercados y vigilados de
juego" (Juegos Infantiles Vecinales), dedicados a los niños de 3
a 6 años aproximadamente, de interés a la vecindad
inmediata19. Con acceso, en lo posible sin cruzar calles de tránsito intenso 20.
El niño indefenso debe ser vigilado y protegido, limitando su
radio de acción. Estos espacios debieran tener como
mínimo 140 m2 de superficie según diversos estudios21.
Se presentan en la provincia de Quillota como plazuelas vecinales, sin cerramiento ni vallas, en las siguientes situaciones:
descampados de tierra, dispuestos generalmente en esquinas de manzanas
con vivienda en extensión, sirviendo sólo de atajo a la
circulación peatonal; terrizas con un pedestal para asta como
único equipamiento; descampados de tierra utilizados para
estacionamiento de vehículos especialmente en poblaciones con el
tipo arquitectónico de bloques de habitación aislados,
ubicados entre dichos bloques; terriza conteniendo sólo dos o
tres juegos de niños parcialmente destruídos, en
ocasiones con sección ocupada en estacionamiento de taxis;
espacio con árbol (s) singular, asiento (s) y elemento (s) de
juego en diversos estados, muchas veces incompletos o inutilizados,
asta en pedestal, sobre terriza no siempre bien mantenida, bacheada
bajo columpios y encharcada luego de las lluvias, lo que imposibilita
el uso intensivo.
Excepcionalmente encontramos plazuelas vecinales con césped.
árboles, asientos y juegos en estado aceptable de
mantención. Prácticamente no se registran parterres de
flores en estas plazuelas, ni otros equipamientos (basureros, piletas
de arena, agua, etc.); suelen estar al centro de conjuntos
habitacionales, y al interior de condominios con edificaciones de uno y
hasta cuatro pisos, en buen estado de conservación.
Secciones Verdes en el Perfil de Vías.
Estas secciones pueden constituir plantaciones en alcorques
individuales de aceras, en alcorques corridos de aceras, en medianas de
calzadas, en isletas ordenadoras de circulación en calzadas, en
andén central o lateral de vías para paseo de peatones
como parte de avenidas-jardines.
Generalmente se olvida que todas estas plantaciones en el perfil de las
vías tienen como primer objetivo la regulación del
microclima local, proporcionando sombra y humedad, filtrando la luz,
controlando las corrientes de aire, protegiendo del ruido. Su segundo
objetivo -no menos importante- es la ornamentación, y en el caso
de los paseos, también contribuyen a remarcar el itinerario
entre espacios verdes y/o equipamientos sociales.
Constatamos en terreno, especialmente en zonas céntricas en la
provincia de Quillota, plantaciones en alcorques individuales de aceras
de dimensión menor que el estándar mínimo deseable
22; todos los alcorques sin tapa, en diversos estados; discontinuidades del arbolado por eliminación de algunos ejemplares 23.
Por otra parte, observamos frecuentemente alcorques con la mitad de su
superficie pavimentada, disminuyendo por ello la posibilidad de
aireación de la tierra y otros; alcorques sin árbol, y
empotrados en su lugar: soportes de señalización de
tránsito, letreros comerciales, relojes, cabinas
telefónicas u otros; eliminación de algunos alcorques y
árboles por pavimentación, lo cual impide replantar
especies alternativas que podrían cumplir las funciones
paísajísticasy de regulación del microclima local,
sin generar otros problemas no deseados.
Fig.6 El parque de Niños y Adultos requiere zonas diseñadas para el juego brusco de adolescentes y adultos, que no interfieran con las demás actividades. Estas zonas deben permitir una utilización cotidiana espontánea de libre acceso a cualquier hora dentro del horario en que el parque permanece abierto.
También observamos eliminación de algunos alcorques
individuales y sus árboles por construcción de vados de
acceso de vehículos a nuevos garages privados;
combinación de tramos con alcorques individuales con tramos de
alcorque corrido en diversas manzanas, semiplantados o no plantados,
sin claridad de objetivo y, por último, grupos de árboles
en alcorque individual con el tronco parcialmente enterrado por
recrecido del suelo.
En cuanto a las plantaciones en alcorque corrido de aceras, de anchos
Inadecuados variables (30 -120 cm.), constituyen la solución
más frecuente encontrada en sitio en diversos estados: sin
arborización ni otras plantaciones, generando polvo en el
ambiente y constituyendo una característica negativa de la
actual imagen urbana; ocupados en estacionamiento de vehículos,
lo que contribuye a levantar el polvo, contaminando el ambiente;
pavimentados por algunos vecinos en tramos correspondientes al frente
de sus casas, desvirtuándose el objetivo original; arborizados
total o parcialmente, con árboles dispuestos en hileras con
distancias muy variables entre árboles de una misma especie:
3-4-5-6 m.
Excepcionalmente, observamos acondicionamiento especial de terriza en
alcorque corrido de acera, por acción de los vecinos
-vegetación arbustiva especialmente-, en regular estado de
conservación. Esta solución de plantación de
arbustos aparece en diversos puntos, aunque sin la intensidad deseable
a la estética y acción de regulación
climática, representando una alternativa a la plantación
de árboles. No obstante, esta solución no proporciona
sombra, ni filtración de la luz y otros ventajosos en los
recorridos peatonales cotidianos.
Fig.7 Algunas zonas de aventura caracterizadas por discretas
pendientes y angostas y sinuosas terrizas de circulación, en
espacios permeables a la visión general, ofrecerán una
diversidad atractiva especialmente a los infantes.
Puntualmente, constatamos apropiación indebida del espacio
público en acera por parte de particulares, el cual es cercado
con verja, o pandereta, traspasándose así al uso privado.
Cabe destacar que, en un gran porcentaje, los árboles de las
calles de los centros poblados de la provincia de Quillota presentan
daños, afectando la multifuncionalidad y presentación del
árbol en diversos grados, a saber:
troncos lesionados, descortezados y deformados por el roce de
vehículos; troncos parcialmente amordazados por el pavimento
(este último termina levantado podas raíces) por
estrechez de alcorques corridos, en aceras; troncos totalmente
amordazadospor el pavimento, el cual se encuentra luego reventado por
el crecimiento de las raíces; árboles mutilados por la
poda incorrecta de las ramas principales (se presenta esta
situación aún cuando las vías donde se encuentran
no tengan tendido de cables eléctricos); árboles
descabezados cubiertos de chupones; árboles podados hasta el
límite de su capacidad de recuperación; árboles de
los cuales sólo resta el tronco, o parte del tronco;
árboles que por el maltrato han degenerado, presentando el
tronco hueco. Además, falta de riego posiblemente también
en los primeros años de vida, y falta de control y cuidados
fitosanitarios.
En lo referido a plantación en medianas de calzadas, esta se da
en vías estructurantes y constituyendo un elemento interesante a
la identidad urbana de los núcleos urbanos mayores de la
provincia de Quillota; de diversos anchos y longitudes, y en diversos
estados de tratamiento y mantención.
Cabe destacar también que los árboles en estas medianas
se encuentran en general, en relativo mejor estado que los
árboles de aceras.
Por otra parte, la vegetación no se aprovecha en ciertos puntos
críticos de la ciudad, para disminuir el impacto de la
polución por circulación de vehículos, ruido,
polvo, toda vez que hay conjuntos residenciales densos muy
próximos a vías de circulación intensa.
Adicionalmente, en algunas calles e incluso avenidas con un perfil y
potencial estético importante, se aprecian crecientes cambios en
los cerramientos originales, pasando desde la verja a la pandereta, lo
cual modifica drásticamente el paisaje local.
En cuanto a las isletas ordenadoras de circulación en calzadas,
excepcionalmente presentan cubresuelos, Observándose allí
letreros de señalización de tránsito,
báculos modernos de iluminación y otros que, cuando se
mezclan además con monolitos diversos de representación
(bienvenida a la ciudad, etc) acaban por anularse unos a otros, cuando
no bloquean la necesaria visibilidad.
3. Reflexiones.
La unidad Parques de Niños y Adultos en el seno de los barrios.
En el contexto actual, donde las madres permanecen menos horas que
antes ejerciendo su labor de tutoría cotidiana de los
niños, no disponiendo además de suficientes recursos y
facilidades asociadas al transporte para trasladarse diariamente a las
localizaciones distantes de los grandes parques comunales, y donde, por
otra parte, se va configurando un grupo relevante de población
de menor movilidad individual24,
que suma ancianos, niños y minusválidos, pensamos que la
oferta de espacios públicos en el seno de los barrios debe
diversificarse en la provincia de Quillota.
En el grupo referido, los adultos mayores duplicarán su
representación en la composición de la población
en el próximo futuro en Chile. Por ello, deben crearse las
condiciones ambientales más adecuadas para que los vecinos que
disponen de menos recursos, menos movilidad y más tiempo libre
dispongan de los lugares públicos de estancia y
recreación cotidiana en la localización y con las
características que corresponde, en el ámbito de los
barrios.
Para estas personas, la compañía de otros para
desplazarse a los grandes parques comunales es una necesidad -no
sólo para facilidades de traslado, sino también para su
seguridad-. Dicha compañía, se volvería un
imposible si se trata de satisfacer en ellos la necesidad de
recreación cotidiana.
Fig.8 Apacibles áreas remanso con sombra para adultas mayores serán bienvenidas, toda vez que ella se encuentren formando parte de espacios legibles y seguros.
En efecto, los Parques Comunales -cuyo radio de acción alcanza una cifra máxima aceptable del orden de 6 Km. 25,
en el caso de los centros urbanos de Quillota difícilmente
serán visitados por los habitantes del grupo referido y sus
acompañantes, más de una vez por semana -fines de
semana-, en el mejor de los casos. Por lo demás, durante la
semana, la falta de animación formal y de policía de
estos grandes espacios, hará que ellos sean peligrosos.
Los miembros del grupo referido no se propondrán dirigirse
cotidianamente a distancias mayores de 10-15 minutos de marcha a pie
como máximo, para pasear, jugar -se observará que los
adultos también juegan si se da respuesta eesta necesidad-, ver
otra gente, tomar aire, alejarse momentáneamente de las
tensiones de diversos tipos, y muchas veces crecientes, del grupo
familiar.
Por otra parte, las superficies verdes requeridas por Ordenanza, al
organizarse en su totalidad a escala de vecindad, y por ello, en
unidades de pequeña dimensión cuya funcionalidad
sólo puede estar dirigida así a los Infantes (juegos de
niños pequeños), no satisfarán al resto de los
miembros del grupo de menor movilidad señalado, y tampoco a los
adolescentes y adultos jóvenes que también requieren
recreación cotidiana en el seno de su barrio. Por lo
demás, su gran dispersión, y muchas veces un inadecuado
emplazamiento en el conjunto habitacional, hace muy difícil su
dudado y mantención, con lo cual nos encontramos con que - en su
gran mayoría- se presentan en sitio como terrizas sin mayor
habilitación , o con sus mínimos equipamientos
semidestruídos.
Concluímos así, en esta primera aproximación, que
la necesidad de la unidad Parque de Niños y Adultos en el
Barrio, de tamaño y dispersión media 26 -ya anunciada en los visionarios años 1950s, se configura como una tarea prioritaria e insoslayable hoy 27.
Fig.9 Una de las áreas de juego para infantes sobre pileta de
arena, en un lugar central del parque pero debidamente aislada, se
acompaña de áreas de sombra para una cómoda
permanencia de los adultos acompañantes en el tiempo requerido
para satisfacer las necesidades de los niños.
Constatamos la inexistencia de este escalón intermedio en las
áreas urbanas de la provincia de Quillota, que creemos muy
necesario e indispensable no sólo por las razones expuestas de
accesibilidad cotidiana, sino también por su multifuncionalidad
en el ámbito del barrio: lugar de estancia y recreación,
"isla de confort" para la regulación del microclima local 28,
aporte a la imagen urbana del barrio, aporte a la legibilidad del
espacio urbano. Debe destacarse además que la presencia de
residentes organizados en densidades medias a altas en su entorno,
contribuirá a su cuidado. Por otra parte, su tamaño y
dispersión media, facilitarán también su cuidado y
mantención 29.
Situado como escalón jerárquico intermedio entre los
Parques Urbano Comunales, y los espacios verdes vecinales, el Parque de
Niños y Adultos en el Barrio, debiera acoger diariamente
especialmente a los niños entre 7 y 15 años 30 y también a los adultos en los momentos libres, especialmente al atardecer.
Desde los 7 años, el niño extiende su campo de
acción y sus capacidades físicas, debiendo compensarse la
inmovilidad y la tensión nerviosa que genera la escuela,
mediante la práctica de patinaje, juegos de pelota, salto con
cuerda, bicicleta, y otros, en formas de uso espontáneo.
También es la edad en que se desarrollan las facultades
intelectuales: comprensión, juicio, abstracción, y los
juegos tienen un caracter más creativo que en la edad
precedente, sea individualmente o en grupo.
Las unidades espaciales deben tener fácil acceso, en ellas se
trata de salvar todos los peligros de la ciudad. Se incorporará
de todas formas, un espacio para Juegos Infantiles, con sus columpios,
balancines, pileta de arena, cerco de protección del juego
abrupto de los niños sobre 7 años a los que privilegia
este parque, y asientos para acompañantes, para atender
así a los hermanos menores. Para el adulto que conduce al parque
a dos o más niños de diferentes grupos de edad, no
resultaría práctico distribuirlos en distintos
emplazamientos en el barrio.
En cuanto a todos los habitantes mayores de 15 años, ellos
concurrirán al parque de barrio en los momentos libres que deja
el estudio y el trabajo. Para el grupo de 16 a 20 años
aproximadamente, la emancipación del medio familiar va creciendo
y los adolescentes gustarán de encontrar a otros adultos fuera
del hogar. La necesidad de permanecer al aire libre (idealmente en
contextos de aire no contaminado) se vuelve extremadamente importante,
pues una gran parte de su tiempo estarán en atmósferas
pobres en oxígeno (escuelas, oficinas, talleres, transportes
colectivos, locales de reunión y otros). En esta edad la
necesidad de afirmar y de expresar la personalidad adquiere la mayor
intensidad, lo que muchas veces se manifiesta en bandas cuya actividad
puede ser especialmente nociva para la colectividad.
Se estima que el verdadero equipamiento al aire libre de los
adolescentes es el espacio llano para la estancia, el juego,
establecido sobre superficies verdes o bien en terrazas, playas de
arena, explanadas-paseos, ágoras.
Por otra parte, los adultos deben encontrar en los Parques de
Niños y Adultos en el Barrio, esparcimiento activo,
físico y mental, a la vez que agrado y tranquilidad, para una
permanencia de una hora y media como promedio. Es necesario tener
presente que la acogida de actividades deportivas en estos parques de
barrio no se refiere a deportes competitivos programados, sino a
prácticas libres, tales como "pichangas", y otros.
En contraste con el Parque Urbano Comunal, las superficies plantadas en
estos parques de escala de barrio, ocuparán un porcentaje menor
de la extensión total, en beneficio de las áreas de juego
y otras de libre acceso, sin olvidarse por ello la necesidad de
establecer lugares de calma y descanso en un marco de vegetación
adecuado que tendrá suficiente densidad como para crear un
"pulmón verde", una "isla de confort" en beneficio del barrio.
Por la utilización intensiva de estos Parques de Niños y
Adultos en el Barrio, debe tenerse especial cuidado en el tratamiento
del diseño para efectos de protección del viento, sol, y
también de la lluvia al menos puntualmente, para extender al
máximo la permanencia de todos, y en especial de los habitantes
con menor movilidad.
Esta última condición debe tenerse presente
también para evitar excesivos desniveles, pendientes y otros que
no facilitan el uso del espacio. Los ancianos encontrarán
aquí espacios-remanso, para permanencia en tranquilidad en un
marco vegetal diversificado 31,
que a la vez están próximos a las áreas de
animación constituidas por las zonas de juego acogidas por el
parque.
Idealmente, estos parques debieran consultar también servicios
higiénicos para una efectiva mayor permanencia de los adultos
mayores y los niños que los requieren más frecuentemente.
Es importante que las circulaciones cotidianas de los habitantes a su
trabajo, al mercado o a la escuela, atraviesen estos parques de barrio,
para su mejor animación, control, disfrute y uso intensivo que
deben tener.
Con un tamaño entre 2 Hás. como mínimo y 12
Hás. como máximo, su profundidad en cualquier
dirección no debe ser inferior a 60 m, para una
utilización intensiva, en un radio de 800 a 1.200 m, de
distancia (10-15 minutos de marcha a pie como máximo) 32.
El espacio de expansión privado en conjuntos residenciales de interés social.
En el caso de los conjuntos residenciales de interés social,
la disminución extrema de la superficie de los predios y su
colmatación casi total con construcciones adicionales casi
permanentes, hace desaparecer el espacio intersticial privado de
expansión, por lo cual los espacios verdes vecinales
públicos en proximidad parecen imperativos. Nótese que en
este esquema, se está traspasando en la práctica la
plantación y mantención de los espacios verdes en un 100%
al ámbito del espacio público.
Si en el caso de la vivienda individual de interés social, los
predios fueran algo mayores, el privado, aun en condiciones de escasos
recursos, generaría plantación de vegetales bajo su
protección, para su expansión, y con efectos positivos
para el microclima vecinal, y la economía comunal.
En efecto, la realidad muestra que en terrenos no tan pequeños,
los vecinos obtienen resultados notables en el manejo que hacen de la
vegetación, especialmente en climas secos y calurosos, mejorando
la calidad ambiental del espacio por modesto que sea 33.
Siguiendo la tradición popular en el manejo de plantas, los
vecinos consiguen formar techos vegetales junto e incluso sobre sus
viviendas, compartimentando y embelleciendo el espacio inmediato de
ellas con árboles de crecimiento rápido, con
emparronados, con cortinas de plantas trepadoras, y macetas con flores.
La masa vegetal conseguida atenúa las temperaturas ambientales y
la luz intensa, configura extensiones exteriores a las viviendas que
tienen uso intenso, y compensa la falta de comodidad y aislamiento
visual y térmico de ellas.
Cabe destacar que el espacio público verde del hábitat
residencial de menores ingresos, estaría siendo más
valorado hoy por su belleza eventual, que por su función de
esparcimiento, pues normalmente no está adecuadamente
diseñado, y su superficie y localización están
determinados sólo en relación a las necesidades de los
infantes (3 a 6 años), no existiendo espacios para el resto de
los grupos de la población.
La imposibilidad de dar policía y mantenimiento a este tipo de
espacios (tamaño menor, pero máxima dispersión),
significa poca capacidad de permanencia del patrimonio vegetal y
mobiliario urbano dispuesto, e inseguridad en ellos. Estas poblaciones
registran una mayor permanencia al interior de las viviendas -las que,
como ya se ha dicho, no tienen en la práctica espacios de
expansión privados por las razones señaladas-, todo lo
cual se traduce en un aumento de la tensión del grupo familiar 34.
El escalón de espacios verdes siguiente, el Parque de
Niños y Adultos en el Barrio, ofrecería más
facilidades de policía y mantenimiento, y también mayor
animación y autocontrol en razón de adecuadas
regulaciones en el espacio privado de su contorno.
Se observará que la existencia de espacios verdes privados en
las viviendas en predios de 300 m2 y más, con 50% de cobertura
como máximo como referencia general, podría eventualmente
significar la supresión parcial -en este tipo de barrios- de los
microespacios verdes públicos para infantes próximos a
las viviendas, con la consecuente posibilidad de utilización
alternativa de la superficie liberada -exigible en otro sitio dispuesto
para tales fines-, para la configuración de los parques de
tamaño medio a escala del barrio, o conjunto de barrios.
¿Del pareo continuo tradicional a la "pandereta continua"?
El establecimiento de ordenanzas locales que hoy permiten pasar
desde el tipo de construcción tradicional de pareo continuo a la
vivienda aislada con antejardín -también en los cascos
urbanos antiguos de la provincia- está significando una
modificación de la imagen urbana tradicional. Como aspecto
negativo, puede decirse que se desestima la opción de
reinstauración del pareo continuo en forma contemporánea,
y, como aspecto aparentemente positivo, puede señalarse que el
privado asume la labor y los costos de la vegetación en su
antejardín colaborando con la regulación del microclima.
Esto no es despreciable, habida cuenta del estado deplorable de
mantención del patrimonio vegetal en el espacio público,
sin olvidar las implicancias de la sequedad del clima en la provincia
estudiada.
Toda vez que los jardines privados se mantienen muy bien cuidados, su
visión desde el espacio público podría
considerarse un aporte al disfrute colectivo. No obstante, queda en
evidencia que medidas tendientes a lograr una mayor seguridad en el
espacio privado, van incrementando la presencia de cerramientos totales
de los predios restando como aporte sólo el efecto positivo de
la vegetación en el microclima local. Se va pasando así
desde edificaciones ordenadas en pareo continuo tradicional 35, a "panderetas continuas", donde el particular desatiende los objetivos asociados al paisaje intermedio de su ciudad.
Frente a los espacios verdes privados bien cuidados se aprecia,
frecuentemente, una desatención total del propietario por el
cuidado de la vegetación en los alcorques individuales o
corridos en el espacio público frente a su vivienda. Y,
adicionalmente, como los alcorques de origen están muchas veces
junto a la línea de calzada y no junto a la línea
oficial, su vegetación -cuando existe- tampoco se beneficia del
riego próximo -muchas veces excesivo- del espacio verde privado.
Canales de regadío y acción positiva para la integración urbana de múltiples funciones.
Los canales de regadío existentes en las áreas urbanas de
la provincia de Quillota, constituyen cauces asociados a actividades
rurales que están vivas y desarrollándose con creciente
éxito.
Sin embargo, la situación de ellos en el tramo ubicado al
interior de las ciudades y pueblos resulta más bien ajena a la
funcionalidad urbana, y perjudicial toda vez que su paso significa
cortes en el tejido urbano, siendo evidente además para la
población, su efecto negativo sobre la salubridad pública.
Una acción positiva sobre el sistema de canales es posible, no
obstante, y podría llegar a constituir el soporte de una
política pública con efecto de marketing urbano.
Así lo han comprendido las autoridades, técnicos y
habitantes en muchas ciudades del mundo, dando lugar a aperturas de
riberas ofreciendo un lugar apropiado al desarrollo de diversas
actividades de interés colectivo: senderos peatonales,
ciclovías, vías vehiculares de interés local,
itinerarios entre parques y áreas deportivas, recreación
diaria en áreas verdes adjuntas, y aún actividades
culturales y comerciales, si la zona de paso del canal es el centro.
Aún en ciudades donde los canales han sido entubados en otras
épocas, hoy se descubren las aguas para su paso adato abierto y
adecuación' a algunas de las actividades mencionadas 36.
Si bien en ciertos tramos de diversos sectores pudiera ser conveniente
entubar los canales, hoy no se recomienda desarrollar esta
opción, por cuanto con ello se bajará la napa
freática, que en estas condiciones no alimentará
más la vegetación de crecimiento espontáneo
localizada en sus bordes. Los canales de regadío de las
áreas urbanas de la provincia de Quillota, discurren
además, como en tantas ciudades de Chile, por una trama urbana
que suele darles la espalda.
Una acción positiva sobre estos canales, donde ciudad y canal se
valoricen mutuamente, dará lugar a nuevos espacios, a nuevas
intervenciones arquitectónicas y urbanísticas en torno a
canales renovados, demostrando que es posible lograr
simultáneamente las funciones de alimentación de agua;
saneamiento y seguridad pública; mantención de
microclimas húmedos para el autodesarrollo de vegetales y
frescura del clima; desarrollo paisajístico concertando el
paisaje artificial con el natural, y continuidad en las redes de
circulación peatonal y vehicular. En estas circunstancias,
apreciamos que es posible dar una verdadera función social a los
canales.
Las ciudades y pueblos de la provincia tienen aun la posibilidad de
valorizar este recurso, enriqueciendo, además, las relaciones de
vecindad y de barrios.
Control de microclima en zonas céntricas.
Observamos en provincia de Quillota que, toda vez que la ordenanza
local establece zonas céntricas con 100% de índice de
cobertura de edificación, el rol de la vegetación
plantada en sección de vías para efectos de control del
microclima local será allí esencial a la mejor calidad de
vida. Sin embargo, mientras por una parte se transfiere al espacio
público el 100% de la plantación para efectos de la
regulación del microclima local, por otra, las podas -siempre de
responsabilidad municipal aunque se delegue la tarea- significan, bajo
el esquema habitual de podas casi mutilantes, la destrucción del
recurso con el consiguiente daño a la economía local.
Adicionalmente, con la poda de árboles para favorecer la
visibilidad de los letreros comerciales, se resta confort a los
peatones para efectos de "vitrinear" con sombra, frescura y luz solar
filtrada, disminuyéndose así el tiempo deseable para el
cumplimiento de esta actividad, especialmente en las estaciones
más cálidas.
Reformulación del espacio privado tradicional a base de manzana
como unidad de composición. En cuanto al espacio intersticial
central de las manzanas tradicionales en las zonas céntricas de
la provincia de Quillota, se observa en muchos casos plantaciones de
formato destacado en los diferentes predios, las que concurren a
conformar verdaderas islas verdes aportando a la regulación del
microclima vecinal.
El valor patrimonial de ellas amerita prever futuras acciones de
reacondicionamiento o renovación urbanos, mediante la
definición de regulaciones que aseguren la incorporación
y permanencia de estas valiosas reservas verdes.
Esos espacios interiores podrían satisfacer las exigencias de la
Ordenanza General en muchos casos en las ciudades de la provincia de
Quillota, conformando espacios verdes colectivos vecinales a base de la
vegetación heredada. El máximo aprovechamiento del suelo
se verifica en estos casos mediante edificación continua de
borde, eventualmente en altura media, donde es posible compatibilizar
usos habitacionales de densidad interesante, con comercio, servicio y
talleres artesanales en planta baja exterior e interior. Se
observará que es posible generar con ello una red de
circulaciones peatonales alternativa a la calle, donde el peatón
se sentirá más confortable.
La experiencia internacional muestra actualmente tanto en
remodelaciones centrales como en las extensiones periféricas,
que se está planteando nuevamente la vigencia de la
ordenación cuya unidad de composición es la manzana y no
el edificio aislado. En Chile, esta proposición ha sido
formulada hace muchas décadas 37,
y exigirá también hoy una labor de gestión
municipal, donde la asociatividad entre vecinos resultará
beneficiosa.
Conclusión.
Ante el panorama general que hemos sintetizado, y sin negar la
importacia de las micro plazuelas de vecindad (mínimo
tamaño y máxima dispersión); de las plazas o
plazuelas de representación (pocas, de tamaños y
localizaciones variables), y de los parques comunales (máximo
tamaño en una sola localización, frecuentemente
periférica en la provincia), observamos que, más
allá del estado en que se encuentran, la oferta que ellos hacen
a los habitantes urbanos -y rurales- de la provincia de Quillota como
toda diversidad de espacios de estancia y recreación, es
insuficiente para satisfacer las necesidades de la población
actual, y en la perspectiva de la evidencia de su evolución en
términos de composición.
Podemos afirmar que se constata la inexistencia de un sistema de
espacios verdes funcionales públicos propiamente tal en las
áreas urbanas visitadas, concluyendo que dichas áreas
cuentan con un conjunto insuficiente, no coordinado ni jerarquizado,
mal diseñado, en muchos casos no habilitado ni debidamente
mantenido y explotado, de "espacios y elementos", donde destaca el
árbol, especialmente en sección de vías, como un
ser sometido a un proceso evidente de victimización 38.
Concluimos que es necesario establecer una política de espacios
verdes públicos democrática, culta y austera en la
provincia estudiada, en un marco de necesidades generales de mayor
cultura democrática y conciencia política en los niveles
locales de la administración en Chile.
Por último, el trabajo realizado hasta ahora para efectos de
esta investigación -coordinada con del Programa de
Normalización de Planes Reguladores de la Provincia de Quillota-
permite valorar los beneficios que podrían derivar de una
acción conjunta de las comunas -asociativismo 39- referida a sus espacios urbanos verdes para el cumplimiento de objetivos de bienestar colectivo en las comunas quillotanas 40.
NOTAS
2"Programa de
Normalización de Planes Reguladores de la Provincia de Quillota
y Comuna de Puchuncaví" D. Urbanismo, F.A.U. U. Chile. Convenio
F.A.U. U.Chile Municipios de la Provincia de Quillota y Comuna de
Puchuncaví 1996.
3El Primer
Encuentro Nacional sobre Parques Urbanos y Espacio Público se
desarrolló en Septiembre de 1994 (Chile-MINVU, Parque Ferial
FISA), continuándose en eventos posteriores.. La
discusión sobre el tema ha seguido reforzándose con
nuevos eventos organizados por diversas otras instituciones. Es el caso
de la exposición y ciclo de conferencias en tomo a la obra de
Karf Brunner en Chile, Panamá, Colombia y Austria, organizada
por F.A.U. U. Chile en 1996, que permitió una reflexión
profunda sobre "la construcción de la ciudad como espacio
público" (Véase Revista de Arquitectura N98, Ed. F.A.U.
U. Chile, 22 sem. 1996).
4Arrendamiento de
espacios verdes de uso público para estacionamientos;
construcción de edificaciones sólidas dedicadas a
actividades privadas en ellos; tentativas para promoverla venta de
segmentos de áreas verdes, para obtener recursos para mantener
el espacio público restante; permisos provisorios para instalar
actividad privada que en los hechos se va volviendo permanente,
apropiación indebida del espacio público. Por otra parte,
delegación de la ejecución de podas a personas no
idóneas, teniendo como resultado especies sometidas a
mutilaciones reiteradas, llegando muchas veces a la imposibilidad de
recuperación de la especie vegetal, etc. El estudio referido no
incluyó las áreas deportivas.
5 El estudio referido no incluyó las áreas deportivas
6 Véase
España - Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo,
Instituto delTerritorioy Urbanismo, Martínez S.,José;
Herrero M., M. Agustina; Medina M., María: Espacios
Públicos Urbanos: trazado, urbanización y mantenimiento,
193 págs. ilustradas, Madrid, 1990.
7 Véase
recomendaciones en diversos manuales de diseño urbano de la
presente década, entre ellos: España - M.O.P. U., 1990.
op.cit.
8 La fase de
investigación que se informa, consideró por limitaciones
de tiempo y recursos, la confrontación de una selección
de los requerimientos citados para cada una de las instancias de
realización de los espacios verdes de uso público
referidas.
9 En: Pavez R.,
M.I., "El sistema de áreas verdes funcionales públicas
del nivel comunal: estudios teóricos y algunas confrontaciones
en terreno", DOC.UR N9371 - Inf. Avance Investigación N23, Ed.
D. Urbanismo, F.A.U. U. Chile, 1996, 150 págs. ilustradas.
10 En: Pavez R., M.I., 1996, op.cit.
11
Véase al respecto, entre otros, Dascal, Guillermo, "Los espacios
verdes apropiados (EVAs): Una Propuesta para mejorar las condiciones de
vida en zonas urbanas desfavorecidas en Santiago, Chile". En: Revista
de Geografía Norte Grande, N°21, Ed. Instituto de
Geografía, P. U. Católica de Chile, 1994, pp.7-12.
(FONDECYT 1930028 - 1993).
12 Preservar
una hectárea cuesta $800.000 mensuales. Cerca de 200 especies
foráneas se privilegiaron hasta hace muy poco, y no más
de 12 autóctonas, cuando existen más de 200 de estas
últimas. Hoy se tiende a limitar el césped a no
más de un 30% de la superficie total del parque en la zona
central de Chile. (Casas & Barrios, Año 1, N°93, 13 de
Abril de 1997).
13 Goode,
David, Dr. Director, London Ecology Unit, Seminario-Taller:
"Planificación estratégica para la valorización de
la naturaleza en las ciudades: creación de hábitats y
diseño ambiental de los espacios públicos", MINVU -
F.A.U. U. Chile, 7-10 Marzo, 1994.
14 Goode, David, 1994, Seminario - Taller cit.
15
Véase estas y otras recomendaciones posibles de contorno -
configuración de las parcelas edificables, condiciones de
edificación, tipos de edificios básicos, profundidades de
los edificios residenciales, altura edificable, densidady
asignación de edificabilidad, y condiciones de fachadas y
cubiertas en: España - M.O.P.U. , 1990. op.cit.
16 Radio de acción entre 3 y 6 Km.; características generales en: Pavez R., M.I., 1996, op. cit.
17 Se
observará que, la comunidad de la provincia de Quillota parece
tener aún una muy débil conciencia del potencial del
río Aconcagua y su entorno, para efectos de configurar un
espacio público recreacional intercomunal que trascienda el
territorio de la provincia, y se asocie a las actividades de turismo
estival del borde costero de la zona más central del
país. Esta carencia se aprecia a nivel de todo el territorio de
esta -aún muy hermosa- provincia, toda vez que se detecta un
cuadro de deterioro ambiental generalizado en incremento.
La Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), publicó
en 1994, el trabajo "Percepción de los Problemas Ambientales en
las Regiones de Chile" (Espinoza, G.; E. Hajek y P. Gross), que
constituye una revisión y nueva clasificación de los
problemas ambientales de la V Región, indicados según su
importancia, posibilidad de control, localización
geográfica, áector de pertenencia y tipo de problema. Se
muestra allí la magnitud y gravedad de la situación
actual.
18 A la escala
metropolitana y nacional, la "Plaza de la Constitución" es un
espacio verde de representación en los términos
señalados.
19 Véase caracterización completa en Pavez, M.I., 1996, op. cit.
20
Ocuparán el mismo predio del bloque de viviendas, o del conjunto
de habitación cuando se trate de condominios, situados a una
distancia entre 30 y 70 metros de los inmuebles, con fácil
acceso de los adultos en caso de dificultad. En los edificios de
más de cuatro pisos, la madre difícilmente podrá
vigilar a su niño e intervenir rápidamente, aún
cuando haya dobles accesos. Este antecedente debiera limitar la altura
en barrios con familias en formación.
21 Véase bibliografía en Pavez, M.I., 1996, op.cit.
22 Se estima 1,5 m de diámetro, para árboles pequeños.
23 El
particular desea favorecer la visión de la fachada de casas
comerciales y otros, la iluminación de recintos en primer piso
afectados por el ramaje, evitar acumulación de hojas secas en
canaletas y bajadas de aguas lluvia en su propiedad privada, establecer
medidas de seguridad toda vez que la selección de especies ha
sido de tamaño inadecuado al espacio disponible dejando al
árbol demasiado próximo a los edificios.
24 Adultos mayores e infantes, se aproximan al 40% de la población de la provincia hoy.
25
Véase Parrochia, Juan, "Bases para un Sistema de Areas Verdes",
en: Parrochia B., Juan, El Futuro de Ayer y el Futuro de Hoy, D.
Urbanismo, F.A.U. U. Chile, 1987, 179 págs.
26 La cantidad
de estas unidades en el barrio debe ser función de la densidad
de población residente, más que de los radios de
acción recomendados (10 a 15 minutos máx. de marcha a
pie).
27
Véase Parrochia, Juan, Áreas Verdes en la
Planificación, Seminario de Investigación Ciclo de
Titulación, F.A.U. U. Chile, Profrs. Guías Arqtos. H.
Mardones Restat y L. Muñoz Maluschka, 176 págs., Stgo.,
1952.
28 En estudios
realizados por el investigador Hugo Romero, (D. Geografía,
F.A.U. U.Chile), se ha registrado diferencias de temperatura de 10
grados entre La Florida (plenamente construida) y la Viña
Cousiño Macul. Aparte del calor, las áreas de altas
temperaturas se transforman en zonas de convergencia de
contaminación. Allí no está la vegetación
para consumir el dióxido de carbono.
29 La llamada
"Plaza Argentina" en Olmué, representa sólo la
sección Niños, en dimensión mínima,
(área de juegos) de un Parque de Niños y Adultos. En este
caso, al servicio de una especie de "aldea gigante".
30 Se estima
necesario que para responder integralmente a las necesidades del tiempo
libre de los niños entre 7 y 15 años al igual que en
otros grupos etarios, se requiere también. de espacios
construidos tales como salas de juego, talleres, bibliotecas y. otros,
que la ciudad debe contemplar no al interior, sino además de los
espacio verdes recreacionales públicos
31 Aquí
tendrá cabida parte de los pocos conjuntos florales que admite
este tipo de espacios verdes, dado que está dedicado de
preferencia al juego de niños sobre 7 años, y se constata
que estos son menos sensibles que el grupo etario precedente, a las
flores.
32 Idealmente
entre 1 y 5 m2 por persona. En la realidad se observa que en "Programa
de Parques Urbanos" - MINVU 1992, del área metropolitana de
Santiago, los parques para poblaciones servidas inferiores a 35.000
habitantes, presentan entre 1 y 1,5 m2 por persona.
33 Véase en la modesta realidad de algunas zonas de El Melón por ejemplo, en provincia de Quillota.
34 Matas,
Jaime, Fernando Riveros, Patricio de la Puente, El espacio
público en el habitat residencial de menores ingresos. Realismo
y percepción. El caso de Conchalí, I.E.U., P. U.
Católica de Chile, Mayo de 1988. Doc. Trabajo N9159, FONDECYT P,
P. U. C. de Chile - U. de Chile.
35
Véase Gómez L., Luis, "El balcón antepechado en la
imagen urbana de Quillota", en: Revista de Arquitectura N°7, F.A.U.
U. Chile, 1er semestre de 1996, pp. 2-5.
36 En Chile,
en el caso de la ciudad de Los Angeles, el eje de relación
peatonal del centro de la ciudad, junto al estero Quilque, incorpora
nuevas áreas de crecimiento y densificación de tipo
central.
37 Es el caso de las proposiciones de micro-urbanismo de Karl Brunner en Santiago y Bogotá, entre otros.
38 Por razones
de espacio no hemos desplegado aquí el concepto de sistemas de
espacios verdes funcionales públicos. Véase al respecto
Parrochia, Juan, 1987, op.cit.
39 El
Seminario "Asociativismo Municipal y Gestión de Desarrollo
Local", 14 de Marzo de 1997, organizado por D. Urbanismo, F.A.U. U.
Chile - I. Municipalidad de La Calera, con la participación de
Jaime Cataldo ("Asociativismo Municipal") y Mario Rosales
("Gestión del Desarrollo Local"), ha sido un paso positivo en
provincia de Quillota, que podría marcar el comienzo de una
nueva forma de operar de sus comunas en beneficio del desarrollo en su
territorio.
40 El presente
artículo sintetiza conceptos en: Pavez R., M.I.,
Diagnóstico de situación del Sistema de espacios verdes
funcionales públicos en los centros poblados de la provincia de
Quillota y Comuna de Puchuncaví. Confrontación del
sistema teórico con la realidad en las ciudades y pueblos de
Quillota, La Cruz, La Calera, Nogales, El Melón, Hijuelas,
Limache, Olmué, Las Ventanas, y Puchuncaví. Informe de
Investigación N°14, DOC. UR N°378, Ed. F.A.U. U.Chile,
Abril de 1997.