Qué hermoso es tener la oportunidad de referirme a la Universidad de Chile con motivo de su 180° aniversario, la casa donde me formé profesionalmente, y donde me entregaron valores y principios que me han acompañado a lo largo de toda mi vida profesional y empresarial, en mi vida privada y en mi vida dedicada al servicio público por más de 40 años. Saludo con especial afecto a su rectora, Rosa Devés, destacada educadora y académica, que hoy es portadora de un nuevo hito en la historia de esta universidad al ser la primera mujer en asumir este cargo.