Este estudio intenta superar las limitaciones derivadas de las imágenes mas convencionales y habituales de los mapuches, como un grupo étnico rural y marginal urbano. Los autores tratan de restituir la heterogeneidad y complejidad en las representaciones de este pueblo. Para esto se consideran dos aspectos: el de la actividad política de los mapuche en sus comunas, principalmente a través de la presentación de candidaturas en las elecciones municipales, y el de su presencia política y cultural en Internet. Asimismo se examinan los límites y riesgos con que se encuentran estas dos formas de participación política. En el primer caso, el acceso al poder comunal se ve fuertemente mediado por el sistema partidista. En el segundo, el ingreso a redes de comunicación mundial y la circulación de imagenes y discursos en dichas redes, se ven en importante medida condicionadas por un imaginario de lo indígena que tiende a lo convencional y lo esquemático.
Nuestra imagen de la sociedad mapuche ha quedado en muchos aspectos obsoleta y resulta demasiado incompleta para comprender las transformaciones que experimenta actualmente la mayor "étnia" del país. En el sentido común, y también en parte en los estudios sobre los mapuches, estos aparecen hasta inicios de la década pasada como un país, y articuladas por lazos de parentesco y múltiples vínculos ceremoniales, ya sean religiosos o mágicos.
En el ámbito urbano, que fue tardiamente considerado por las investigaciones, los mapuches constituirían los mas pobres de los pobres, trabajando en oficios de 'asesoras del hogar', las mujeres, y de panaderos, los hombres.
Este artículo pretende mostrar que, si bien esas representaciones se refieren a fenómenos existentes, son insuficientes para permitir aprehender la complejidad y la diferenciación interna que se ha ido generando en el seno del pueblo mapuche, especialmente en sus niveles locales. La sola realidad urbana de este pueblo no tiene parangón con el pasado, como tampoco los diversos planos donde se da la lucha por el reconocimiento: campesino, étnico y etnonacional. Los actuales conflictos por la tierra han sobrepasado hace ya una decada los límites reduccionales y hoy se articulan, en muchos casos, en demandas locales o regionales (pehuenches, lafkenches, etc). Por otro lado, se ha ido fortaleciendo una capa de profesionales mapuches sensible a los requerimientos materiales de las comunidades e integrada a diversas instituciones de la sociedad chilena. Este segmento, mayoritariamente, busca potenciar la identidad cultural mapuche, destacando dentro de el los poetas y un número importante de intelectuales volcados a la cuestión cultural y política.
Las condiciones que han favorecido esta nueva situación son diversas y pueden ser ubicadas en distintos ámbitos, ya sea nacionales o internacionales. Tienen un fuerte impacto en el ámbito regional, especialmente por el dinamismo que impone el modelo de desarrollo neoliberal, sobre todo su acentuación en lo primario exportador. En ese nivel, la modernización ha conllevado una serie de cambios económicos estructurales. Entre ellos, los más importantes son la expansión forestal, que sustituye los cultivos tradicionales como el trigo y a la ganadería, y la mayor concentración urbana, que ha producido una suerte de desterritorización de lo mapuche, pero a la vez de reterritorización via compra de tierras por CONADI. Menos visible ha sido la constitución de nuevas formas de propiedad relativas, al subsuelo y a las riberas de ríos, lagos y de mar. Los conflictos que esto ha generado con las comunidades mapuches han marcado la problemática mapuche de la última década. Institucionalmente, el cambio mas relevante ha sido la regionalización y el traspaso de competencias a los municipios.
En lo nacional, los gobiernos de la Concertación inauguraron una política de reconocimiento del mundo indígena que propone la valoración de la diversidad cultural y étnica del país. Su expresión legal es la ley 19.253 (1993), donde no sólo se reconocen las etnias originarias, sino que, además, se señala en sus principios generales como "deber de la sociedad en general y del Estado en particular, a través de sus instituciones respetar, proteger y promover el desarrollo de los indígenas, sus culturas, familias y comunidades". Pero, sin duda, la gran transformación radica en el cambio en el papel del Estado y su relación con el mercado. El Estado ha dejado de ser el centro de la modernización, que ha pasado al mercado. La tensión entre ambas instancias ha sido evidente en los actuales conflictos indígenas, dando a ellos un caracter distinto al pasado. Aquí reside otra marca de la época.
En el plano internacional existe, por un lado, una creciente sensibilidad positiva hacia la causa de los 'pueblos indígenas', lo que ha permitido el apoyo y la difusión de sus luchas; por otro, en los organismos internacionales se han elaborado una serie de instrumentos legales que legitiman las luchas emprendidas por los pueblos originarios.
Todo lo dicho nos muestra la enorme complejidad que adquiere hoy dia la temática étnica; por ende, también las dificultades que representa su análisis. Nos interesa abordar aquí un aspecto central de dicha complejidad, el de las transformaciones de la sociedad mapuche en sus relaciones con el mundo chileno no-mapuche. Se trata de transformaciones políticas en el sentido amplio de lo político como el conjunto de formas simbólicas y prácticas de construcción de un orden colectivo; en este caso, de un nuevo orden en las relaciones interétnicas. Bajo esta acepción, debería incluirse también el problema del movimiento mapuche y de los llamados conflictos étnicos. Sin embargo, no lo hemos considerado aquí, en parte porque ha sido abordado en otros estudios, y en parte porque normalmente se le da mayor énfasis a este tipo de expresiones políticas de la sociedad mapuche, dejando en un segundo plano aquellas otras que emergen o se sitúan preferentemente en el espacio público local o regional. Un espacio público, a su vez, mas complejo y diferenciado de lo que era en el pasado, donde se articulan lo local, lo regional, lo nacional y lo globalizado.
Hay dos aspectos que trataremos: la presencia mapuche dentro de la dinámica política regional y la incursión en el plano de la comunicación virtual, concretamente Internet. En el primer caso, nos interesa examinar de que modo los mapuches estan asumiendo su vinculo con el espacio local (y, secundariamente, regional); en el segundo, como se transforman los modos de representación, valoración y comunicación intra y, sobre todo, interétnica, más allá de la oralidad y las formas convencionales de escritura. Examinar lo que esta en juego en ambos fenómenos contribuirá a construir una nueva y más rica representación de la sociedad y la política mapuche contemporánea. Por tratarse de una temática nueva, debe advertirse el caracter preliminar del análisis aquí propuesto.