La renovación que trajo a la Universidad de Chile la Rectoría del Profesor Luis A. Riveros Cornejo se tradujo en la apertura y conversión de la Casa Central de la Universidad en un centro de actividades vivas de la comunidad nacional. El primer evento que mostró este nuevo carácter fue justamente la conmemoración de los 25 años del desaparecimiento del poeta chileno. Del 23 de septiembre al 1 de octubre de 1998 se organizó un ciclo de actividades culturales denominadas "Un cuarto de siglo: La presencia ausente", donde poetas, músicos, académicos, escritores, periodistas, artistas y figuras políticas presentaron testimonio de su relación y conocimiento de la vida y obra de Pablo Neruda. Las distintas Facultades, como asimismo la Fundación Pablo Neruda y la Corporación de Graduados de la Universidad de Chile, colaboraron en esto. Las relaciones que el poeta mantuvo con la primera y más importante Universidad de Chile fueron de diferente tipo a lo largo de su vida. En numerosas ocasiones Neruda y su obra se ligaron a nuestra Corporación. Hoy día, la Universidad de Chile mantiene una sala Pablo Neruda en su Archivo Central, en Artuto Prat 23, donde se conserva la donación que el poeta hiciera de su biblioteca personal y su colección de caracolas. Desde 1954, cuando aconteció esta donación, la Universidad dedicó esfuerzos a difundir la obra del poeta. Gradualmente, se fue conformando un fondo bibliográfico que incluye diversas ediciones de los escritos del Premio Nobel así como los principales estudios escritos acerca de su vida y obra. El encargado principal de esta tarea fue Jorge Sanhueza. En Temuco, Pablo Neruda fue educado por profesores que a su vez se habían formado en la Universidad de Chile. A los 16 años de edad, el entonces Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto se convirtió en colaborador y corresponsal de la revista de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Claridad, a mediados de 1920. Posteriormente, ya habiendo viajado a Santiago, fue alumno de la especialidad de Francés, en esta casa de estudios, durante cuatro años, hasta 1924. Algunos de los Veinte poemas de amor y una cancion desesperada fueron escritos en los patios del antiguo Pedagógico, y las destinatarias, distinguidas alumnas de la Universidad. En 1953, con el intento de conformar una fundación que apoyara el conocimiento de la poesía, hace donación a la Universidad de Chile de su colección de caracolas y de su biblioteca. Al año siguiente, Neruda dio cinco conferencias en la Escuela de Verano de la U. de Chile. En 1962, la Facultad de Filosofía y Educación lo recibió como miembro académico por su aporte a las letras universales. Nicanor Parra tuvo a su cargo el Discurso de recepción. En el campo dramatúrgico, posteriormente, el Teatro de la Universidad de Chile representó su obra "Joaquin Murieta". Y también su versión de "Romeo y Julieta". Dos números de los Anales de la Universidad de Chile fueron dedicados a la obra de Neruda: el No. 131, de 1964 (al cumplir 60 años) y el No. 157-160, de 1971, para celebrar el premio Nobel recibido por el poeta. Este último estuvo a cargo de Hernán Loyola. En nombre de la Universidad toda, el Rector Juan Gómez Millas señala, en 1954, una promesa que tal vez se cumpla antes de fin de siglo, declarando que se constituirá "un organismo académico destinado al estudio de la poesía en sus fuentes". El acuerdo del Consejo Universitario, contenido en el Oficio No. 58, agrega que esto debe hacerse "con acentuación especial en el examen de la poesía americana". Neruda es un poeta nacional, como lo es la Universidad de Chile. El país completo está poetizado en sus imágenes estéticas. La historia entera de Chile está contenida en sus palabras, así como también la historia de América Latina. Neruda es también un poeta público. Sus versos son para todos, sin distinción; a todos representa, sus palabras a todos contienen. En él, incluso lo privado transita hacia lo público. Como es sabido, en Chile, la Universidad de Chile se ha definido, y se ha defendido, como parte del sistema nacional de educación pública. Neruda es un poeta democrático. Dialoga de igual a igual con su lector. Negocia significados frente a frente, no ocultamente. Si dice que va a hacer algo, lo hace. Al igual que la Universidad, la escritura de Neruda coincide con sus postulados. Y al igual que en la Universidad de Chile, en la poesÍa de Neruda entran todos los que deben entrar. Hoy se publican en este número de Anales catorce de las charlas y conferencias que se presentaron en la Casa Central de la Universidad en 1998. Los más distinguidos nerudianos nacionales cartografían así la inmensa cordillera (siguiendo una imagen de Nicanor Parra) que es la obra nerudiana. Miles de personas visitaron, en esa ocasión, la muestra de libros y caracolas que se presentó en la Casa Central. Como verdadera obra universitaria, hoy día se procede a la difusión cultural de esas charlas y conferencias, como parte de la extensión académica que caracteriza a nuestra Universidad.