Relaciones Exteriores. Nota relativa al estado de la revolución en México

 

 

 

En [la] Gaceta de Filadelfia de 15 de Mayo, se dan las más lisonjeras noticias de los progresos de la revolución del reino de México; la mayor parte de las provincias se han puesto en armas contra sus opresores. El reino de la Nueva Granada está bien organizado y en perfecta armonía, a excepción de Santa Marta, plaza de ninguna consecuencia. También refiere que el Virrey Venegas había mandado salir tropas al mando del general español Callejas, con el designio de batir al General americano Rayón, pero habiendo observado sus fuerzas y fortificaciones en Zitácuaro, no quiso aventurarse a atacarlo y tomó el camino de Toluca a Zitácuaro para aguardar refuerzos, aunque desesperaba, fuesen todos inútiles, porque por momentos se aumentaba el ejército de los patriotas.


De balde se cansan los tiranos; el cielo ha echado una mirada apacible sobre el Nuevo Mundo, y ha alzado su brazo poderoso para detener los esfuerzos de la iniquidad. Los españoles se habían creído que el continente americano era un patrimonio con que podrían soldar las quiebras que la desgracia les ocasionase en la Europa. En medio de las ruinas de una guerra destructora en la metrópoli, se daban los parabienes de que pudiese quedarles a salvo de conquistados, un país en que valiese su prepotencia y señorío; fundado en los títulos con que la Providencia había autorizado a sus abuelos, pero que jamás pudieron mostrar... Tiranos, os habéis engañado, la América conoce sus derechos, y si hasta aquí una cadena ha ligado las manos de sus hijos para ser el juguete de la ambición y del capricho, hoy el orden de los acontecimientos del mundo viejo, y la justicia de sus reclamaciones, los han puesto en estado de quebrantarlas. Todos los pueblos americanos serán libres a pesar de los esfuerzos del despotismo; y si aún gimen algunos bajo el yugo de la esclavitud, sus hermanos les ayudarán a destruir al coloso, y por todas partes serán ineficaces los recursos de unos tiranos tan injustos como impotentes.