Extractos de papeles públicos de Buenos Aires. Copia de un párrafo del "Observador", en el que se advierte contra la venganza de los europeos, y el otro del "Ministerial", en el que se discurre sobre los motivos del fracasado complot

 

 

 

Del Observador. Patricios: Mirad ahora cuanto tiempo hacía debíais haber separado la escoria, que una libertad naciente debía arrojar a la orilla, y no dejaros alucinar de unos hombres que solo permanecían en nuestro seno para despedazarlo. Mirad ahora lo que os vale el nombre de Fernando VII. No es este un escudo suficiente para poneros a cubierto de la venganza europea. No es compatible este nombre con nuestra existencia. Salid de una vez a figurar en el mundo; este es el destino a que os llama el presente orden de las cosas; la Providencia tiene ya decretada vuestra absoluta independencia. La patria está bien persuadida que conocéis la naturaleza de la gran causa que defendemos.


Ministerial de 10 de Julio. ¿Qué motivo han tenido estos españoles desnaturalizados para maquinar nuestro exterminio?, ¿Por qué razón los americanos hospitalarios, francos y compasivos no recogen otro fruto de estas apreciables virtudes que la ingratitud de los mismos que residen en su seno?... Los ingratos dicen en su corazón "Los americanos han establecido una perfecta igualdad con los europeos, y este atentado cometido contra nuestro orgullo se mirará como un crimen imperdonable; es necesario recobrar el antiguo esplendor de los conquistadores, nuestros antepasados, y lavar en la sangre americana la injuria que se ha hecho al nombre español. Nosotros los hemos educado en la servidumbre, hemos conseguido que el nombre de criollo se confunda con el de un esclavo; les hemos persuadido que los españoles forman una raza privilegiada de la naturaleza y que, en diciendo español, todas las naciones tiemblan. ¿Qué se dirá de nosotros si consentimos en que los criollos nos sean iguales?


Ellos, faltos de recursos para trastornar el sistema, manifiestan en los semblantes su desagrado. Se niegan a prestar el más ligero socorro a las urgencias de la patria, celebran los triunfos de nuestros enemigos; inventan calumnias contra nosotros; invocan fuerzas extranjeras, prodigan sus bienes para ayudar a los tiranos, y viendo la ineficacia de estos arbitrios, traman conjuraciones para derramar la sangre de sus propios hijos, etc.


El 26 de Mayo se celebró el armisticio entre las dos potencias beligerantes de Buenos Aires y Brasil.