Nota. Comentario relativo a la propagación de la revolución

 

 

 

Así es como el fuego patriótico está cada día más vivo, se difunde más, y con los obstáculos adquiere más fuerza. No se esperaba tanta energía en unos pueblos que por tantos años vivían bajo un gobierno indolente y sin luces, cuya ciencia consistía en conservarse por medio de una tiranía lenta, y un sistema mezquino, digno del Asia.  Las revoluciones despiertan, encienden a las almas y descubren por todas partes genios republicanos, virtudes fuertes y corazones libres. El Alto Perú tiene en pie una fuerza increíble, tiene armas, y sus recursos y entusiasmo le prometen un éxito feliz. Las riberas del Río de la Magdalena han sido un teatro de combates entre liberales y serviles de que daré noticia en otra ocasión; el honor del triunfo coronó a los patriotas. Estas contradicciones, esta oposición, eran necesarias para darnos actividad después de tanta inacción, indolencia y placeres. Convenía que se nos amenazase, y que la tiranía expirante nos mostrase su semblante espantoso y su aptitud devoradora, para que nos uniésemos y nos acostumbrásemos a la fatiga y los peligros.