Parte del Mariscal Duque de Dalmacia al Príncipe de Neufchatel. Dos partes sobre la guerra en la Península

 

 

 

Cuartel General de Sevilla, 26 de Octubre.


Señor: pongo en noticia de V.A. el movimiento que el General Girard ha hecho sobre Cáceres, y del objeto que se propuso para él; tuvo un suceso feliz. Su presencia causó la dispersión del cuerpo que había procurado organizar el insurgente General Castaños. Más de la mitad de los oficiales y soldados de aquel cuerpo o se dispersó, o quedó prisionero; parte de él se ha restituido a sus casas. El mismo Castaños se ha visto obligado a buscar su seguridad en Portugal [14].


Brondel, jefe del batallón, tuvo una escaramuza en las montañas fronterizas de Jerez de los Caballeros. Encontró allí varios destacamentos portugueses: los dispersó, mató cerca de cien hombres, hirió un gran número de ellos. Ha vuelto con mucho ganado que tomó al enemigo.


(Firmado) El Mariscal Duque de Dalmacia.


Parte Segundo

Sevilla, 2 de Noviembre.

Señor: El acontecimiento que el General Conde de Erlon, Comandante del 5º cuerpo, comunica en sus partes del 28, 29, y 30 de Octubre, es tan indecoroso que no se como calificarlo.


El General Girard después de dispersar el cuerpo de Castaños, y perseguirlo hasta fuera Cáceres, se mantuvo allí hasta el trece. Tuvo ordenes de presentarse delante de Mérida el 22. Sin embargo, él juzgó más conveniente permanecer en Cáceres hasta el 26, desde donde envió su tropa a Arroyo de Molinos. Allí estableció su cuartel juntamente con el Duque de Aremberg, comandante de la caballería ligera; ellos no cuidaron de fortalecer los puestos, ni poner guardias avanzadas, aunque Girard conocía bien que la división inglesa del General Hill maniobraba en la frontera. Varios de nuestros oficiales le habían informado que se acercaba el enemigo; su ceguera y presunción fue tan grande, que en la tarde del 27 ya el enemigo estaba a media legua sin que él lo advirtiese. El 28 la primera brigada mandada por el General Remond había avanzado legua y media, cuando Hill llegó con sus tropas hasta la tienda de Girard, sin que se disparase un fusil. El batallón del 34, y uno del 40, estaba en el pueblo con tres piezas de artillería volante, y fueron del mismo modo sorprendidos por la negligencia de sus oficiales. Con todo, aquella brava tropa tomó las armas, cargó con rapidez y penetró por el medio de los enemigos y marchó hacia las montañas, no sin pérdida. El duque de Aremberg, Coronel del 27, 15 oficiales, entre los cuales hay dos jefes de batallón, 400 soldados y tres cañones, fueron tomados por el enemigo.


Girard ganó las montañas con la mitad de sus dos batallones, 500 caballos, y las águilas de los batallones. El resto de la división, mandada por Remond, llegó a Mérida.


El General Bron, a la frente del 20, avanzó rápidamente sobre el enemigo, y por la viveza de su fuego protegió el escape de la tropa, pero habiéndole una bala muerto el caballo, quedó prisionero. Girard es culpable por su descuido y confianza; yo me preparo para dar un severo ejemplo.


Luego que el Conde de Erlon me informó de este revés, marché sobre Mérida; ya habían llegado allí los ingleses, pero al acercarnos evacuaron la plaza, y se han retirado a Portugal, perseguidos por el Conde de Erlon.


El Mariscal Duque de Dalmacia.

(Se Continuará [15])


_____________________________________

[14]

Castaños himself has been obligated to seek safety in Portugal.
Volver


[15]

Véase Tomo I, Nº 11, Jueves 23 de Abril de 1812, "Guerra de España. Parte del Mariscal Duque de Dalmacia al Príncipe de Neufchatel" (N del E).
Volver