El momento político y el frente único civil

La reacción formidable producida en nuestro país a raíz del movimiento subversivo militar del 5 de Septiembre, ha. traído como fatal consecuencia un total desconcierto en las filas de las izquierdas. Después de varias tentativas fracasadas de cierto grupo del elemento militar, para derribar la actual Junta de Gobierno, esta parece haberse consolidado con la Junta Militar, la cual se ha solidarizado con sus actuaciones. No es del caso analizar aquí los fracasos del actual gobierno; nos bastará citar solamente la ley de empleados particulares, burlada por el capitalista, y el gobierno impotente para hacerla cumplir, doblegarse ante aquel. Los partidos políticos de la izquierda han venido a reaccionar solamente en este último tiempo, a raíz de la dictación de la ley electoral, que vino a vulnerar directamente sus intereses y ha provocado una contra-reacción inevitable.

EL MOMENTO POLITICO

La unificación de los partidos liberales, propiciada oficialmente por la Junta Militar, ha tenido en un comienzo los serios tropiezos que era de esperar. Los múltiples candidatos presidenciales, cuyos intereses encontrados jamás podrán ponerse de acuerdo, han sido los que han impedido tal fusión. Sin embargo, la Junta Militar parece que a toda costa trata de llevar a efecto esta fusión, para entregar las riendas del gobierno a un partido de centro y así quedar a igual distancia de la derecha conservadora y de las izquierdas radical y demócrata. Vemos, pues, claramente diseñada en este último tiempo la política del actual gobierno. Tanto la derecha como las izquierdas tendrá que reaccionar contra esta situación, movidas por múltiples intereses. El Partido Radical y el Demócrata ya han adoptado una actitud de franca oposición. Los conservadores parece que ahora se dan cuenta de su situación, que creyeron que se les presentaba en extremo favorable en los primeros momentos. En el caso hipotético que este gobierno imaginario del partido de CENTRO ideado por la Junta Militar llegara a la Moneda, es fácil prever lo que sucedería. Gobernar solo sería imposible. Entonces tendría que buscar la cooperación de alguna de las alas opuestas talvez la derecha conservadora, pues los militares se oponen decididamente a todo gobierno de las izquierdas, por cuanto representa un peligro evidente para sus intereses. Tenemos, pues, una situación bastante compleja.

PRESIDENCIA MILITAR

Si estos manejos políticos de los hombres de altura no dieran un resultado satisfactorio, si la fusión liberal no se produce, ya sea por las ambiciones personales de los candidatos o cualesquier otro motivo; tendríamos necesariamente un candidato militar a la Presidencia de la República, que perpetuaría el actual régimen de gobierno. Hemos visto formulada la candidatura del almirante Nef, por un diario de Valparaíso, candidatura que no ha sido desmentida oficialmente y que necesariamente contaría con el apoyo de una parte del gobierno, que representa el ala más reaccionaria. Posteriormente hemos visto la otra candidatura, que representa en el Ejército la tendencia opuesta de la anterior. Dentro de la relatividad podríamos llamar “avanzada” o de la izquierda militar. La del coronel Ewing. Tenemos, pues, que la Marina y el Ejército ya han esbozado sus presuntos candidatos.

LA SITUACION DE LOS CIVILES

El inmenso rebaño civil, puede decirse que vive al margen de las maquinaciones de la política gubernativa y de los hombres de situación. Han venido a reaccionar ante la dictadura militar, solamente cuando han visto que se les imposibilita reunirse libremente, en las calles, se les impide escribir lo que piensan, por medios indirectos, como la clausura de diarios y periódicos, etc. Todo gobierno, todo estado, necesariamente tiene una tendencia manifiesta a restringir las libertades públicas; unos más que otros. Necesariamente tiene que existir el valor de la relatividad. El gobierno militar ha superado CON MUCHO la tiranía relativa de un gobierno civil. Es, pues, el peor de los gobiernos.

NUESTRA ACTITUD.

La actitud de todo hombre de ideas libres, en cualesquier época histórica que se encuentre, debe ser la de crítica permanente a todo gobierno que tienda a restringir o a coartar el libre desenvolvimiento de la personalidad humana. Nuestra actitud será, pues, de crítica ruda y severa de la actual tiranía militar. Si mañana, ya sea por un medio u otro, queda restablecida la normalidad civil, y se continúa restringiendo nuestras libertades públicas, justo es que continuemos nuestra crítica. Pero considero absurdo el sofisma de aquellos qué dicen: “el gobierno actual es tan malo y tiránico como el anterior” y se cruzan de brazos con una actitud indiferente del que mira desde el balcón de su casa desarrollarse los acontecimientos. Es una debilidad.

EL FRENTE UNICO

Nuestra acción en el momento actual, en que la reacción formidable parece envolverlo y ahogarlo todo, debe ser una acción conjunta de todos los hombres que repudian la tiranía. No me importa quienes sean; si el arzobispo de Santiago o el serenísimo gran maestro repudian la tiranía y quieren derrocarla, pues vengan con nosotros. Luchamos con un criterio RELATIVISTA; consideramos que un gobierno civil, será una y mil veces menos tiránico que el militar. Nuestro papel será el de aunar todas las energías dispersas, que hoy en día no tienen cauce, ni limite, ni finalidad; cohesionar el elemento civil en un frente, único, poderoso, que sea capaz de derrocar la tiranía. Nuestra acción; pequeña en un momento, crece, se propaga y se difunde, y día llegará en que sea una brisa que amenaza tempestad, logrando conmover hasta sus cimientos la organización misma del Estado.

JULIO BUSTOS NAVARRETE